Pulso Económico/ La Convención Bancaria

AutorJonathan Heath

Hace unos días, uno de los banqueros más prominentes del País, Ricardo Guajardo Touché, declaró que en este año se acababa la crisis bancaria. Tan fácil es terminar con la crisis, que lo único que se necesita es concluir los procesos de venta de Serfin y Bancrecer. Guajardo argumenta que ni siquiera hace falta la aprobación de la nueva Ley de Quiebras y las modificaciones en torno a la Ley de Garantías para que empiece a fluir de nuevo el crédito. Los bancos han estado en un proceso de saneamiento que se ve reflejado en sus balances y que ha consistido en fusiones, diferentes esquemas de capitalización y fortalecimiento del sistema de supervisión.

Marco Provencio, el vocero de la Secretaría de Hacienda, opina que el sistema financiero mexicano se encuentra en el umbral de una nueva fase de fortalecimiento y crecimiento, gracias a los esfuerzos que se han instrumentando en materia de capitalización, supervisión, regulación y seguridad jurídica. En septiembre de 1999 entraron en vigor nuevas reglas para los requerimientos de capitalización. A partir de este año hay nuevos criterios de contabilidad acordes a los estándares internacionales. Están por aprobarse nuevas leyes que terminarán por modernizar al marco jurídico, como la Ley Federal de Garantías, la Ley de Concursos Mercantiles y las reformas a la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros.

A pesar de estas afirmaciones, el dato más reciente del crédito bancario señala una caída de 10.6 por ciento en términos reales en enero respecto al mismo mes del año anterior. El saldo actual representa una disminución real de 41.8 por ciento con respecto a diciembre de 1994. Sin embargo, estos datos incluyen créditos revolventes y están elaborados con base en una contabilidad que no reconoce plenamente créditos vencidos. El índice de morosidad, que es la proporción de cartera vencida a la cartera de crédito total de la Banca, ha permanecido casi inalterado en el transcurso de los dos últimos años. Aunque algunos otros datos sugieren cierta mejoría, todavía están lejos de mostrar un sistema saneado.

Parte del costo de la crisis bancaria fue que se destruyeron los incentivos para el negocio bancario. El presidente saliente de la Asociación de Banqueros de México, Carlos Gómez, admitió que se arrepiente de haber comprado un banco. Ser banquero en nuestro País en estos tiempos pasó de ser una profesión honorable y de prestigio a otra de vergüenza y de perdidas cuantiosas. La...

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