Puntos... y Contrapuntos... / Aire del Nayar

AutorPedro Mellado

Rigoberto Ochoa Zaragoza era un icono representativo de la más anquilosada incultura priista y de las expresiones más arcaicas de la política; imagen que reflejaba en plenitud las más silvestres expresiones del autoritarismo, la vulgaridad y los excesos del viejo régimen.

Su estilo personal de gobernar fue sin duda la gota que derramó el vaso y llevó al PRI a la derrota en los comicios del 4 de julio de 1999, cuando una cuña del mismo palo, Antonio Echevarría Domínguez, se disfrazó de demócrata y maniobró habilidosamente para ser postulado candidato a la Gubernatura de Nayarit por una coalición en la que participaron, entre otros, PAN y PRD.

Amigo personal de Vicente Fox Quesada, candidato panista a la Presidencia de la República, Echevarría Domínguez era el principal concesionario de la Coca-Cola en Nayarit.

Echevarría Domínguez era también considerado el hombre más rico de su Estado, había sido Secretario de Finanzas con los Gobernadores priistas Rogelio Flores Curiel y Emilio M. González; además de ocupar también el cargo de Secretario general de Gobierno con Rigoberto Ochoa Zaragoza.

Fue célebre la declaración que el periódico La Jornada publicó el 21 de noviembre de 1996, cuando Ochoa Zaragoza acusó a sacerdotes de la Iglesia católica de estar "obstaculizando el camino" para el Gobierno estatal.

Durante una reunión de desarrollo y planeación realizada en la cabecera municipal de Xalisco, cercana a la zona conurbada de Tepic, Ochoa Zaragoza aseguró que tenía informes de que en dicha localidad "se constituyó una asociación, organizada por un sacerdote, que lucha por la defensa del pueblo, y pretende hacerlo invitando a que no se paguen los servicios como el agua y otros".

Luego dijo: "Yo no tengo ningún pleito ni con la Iglesia ni con los curas, pero sí me molesta, me ofende que lejos de ayudar, que lejos de colaborar, nos obstaculizan el camino, y qué bueno fuera encontrar a uno de ellos y retarlo, mentarle la madre o a ver qué le hacía, pero se escudan en su condición de sacerdotes y se sienten intocables, ojalá les cayera un rayo".

Sus picarescas declaraciones y su actitud rupestre eran desbordantes.

El 23 de junio de 1998 Ochoa Zaragoza comentó que Manuel Bartlett Díaz, con sus incursiones proselitistas como potencial precandidato del PRI a la Presidencia de la República "está llenando un vacío que existía en el campo político, lo cual yo veo con simpatía".

Luego, cuando se le señaló que Bartlett Díaz, como titular de la Secretaría...

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