Puntos... y Contrapuntos... / Tipo suertudo

AutorPedro Mellado

Era la noche del 23 de febrero de 1993. Antonio Ortiz Mena, ex Secretario de Hacienda y ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, quien para esas fechas presidía el Comité Técnico del Fideicomiso del Partido Revolucionario Institucional, estaba reunido en su casa con 25 de los más importantes empresarios del país.

El propósito de la cena: solicitar a los convidados una aportación para financiar al PRI.

Ahí se encontraban los empresarios favoritos del régimen de Carlos Salinas de Gortari: Emilio Azcárraga Milmo, presidente de Televisa; Carlos Slim Helú, presidente del Grupo Carso; Bernardo Garza Sada, presidente del Grupo Alfa; Adrián Sada, presidente del Grupo Vitro; Lorenzo Zambrano, director general de Cementos Mexicanos; Roberto Hernández, Presidente del Banco Nacional de México y José Madariaga Lomelí, presidente de Mercantil Probursa.

Entre esa élite estaba también el jalisciense Raymundo Gómez Flores, ya para entonces convertido en un moderno Rey Midas, presidente de Camiones Dina y de Banca Cremi.

Emilio Azcárraga y Bernardo Garza Sada se comprometieron a aportar, solos o con algunos amigos, 25 millones de dólares. Nunca se supo si todos cumplieron esa promesa, formalizada frente al entonces presidente nacional del PRI, Genaro Borrego Estrada, con Carlos Salinas de Gortari como testigo de calidad.

A Raymundo, actualmente senador de la República por el PRI, se le atribuía una estrecha amistad con José María Córdoba Montoya, poderoso y privilegiado asesor del entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari.

Fue precisamente durante ese sexenio, 1989-1994, cuando crecieron los negocios del afortunado Raymundo.

Hasta 1989, los Gómez Flores eran empresarios modestos, dueños de una empresa de camiones turísticos y de una lavandería industrial.

En los siguientes cinco años les sonrió la diosa fortuna y el Consorcio G, propiedad de los ocho hermanos, adquirió tres de las empresas más importantes que puso en subasta el gobierno de Carlos Salinas de Gortari: Camiones Dina, Minsa (fabricante de harina de maíz) y Banca Cremi.

Dina, propiedad del gobierno federal, fabricaba camiones desde 1951 y para comprarla, los Gómez Flores y socios pagaron más de 100 mil millones de pesos. En 1989 un dólar equivalía a 2 mil 568 pesos, por lo tanto, se pagaron 38.9 millones de dólares por la empresa camionera.

Los negocios y los dólares se multiplicaban en las manos de Raymundo, a tal grado que en marzo de 1994, Grupo Dina adquirió Motor Coach...

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