Pura magia
CANCHA / Staff
PRETORIA.- Brasil no quiso que todos los elogios de la Fase de Grupos de la Copa Confederaciones fueran para España, y con un contundente 3-0 ante Italia consiguió su boleto a Semifinales con marca perfecta.
La Verdeamarela no tuvo piedad ante un irreconocible campeón del mundo, que quedó eliminado al consumarse también la goleada de Estados Unidos 3-0 sobre Egipto.
Brasil sólo necesitó 8 minutos de magia y buen futbol para acabar con una Azzurra que nunca se sintió del todo cómoda en Sudáfrica, a poco menos de un año de comenzar el Mundial.
Porque después de dos avisos serios ante el marco de Gianluigi Buffon, los cuales terminaron en los postes, el Scratch du Oro encontró la fórmula para vencer a Italia: superar por velocidad a Gianluca Zambrotta, Fabio Cannavaro y Giorgio Chiellini.
Así cayó el 1-0, al 37', cuando tras un débil disparo de Maicon, Cannavaro se quedó "amarrado" y habilitó a Luis Fabiano, quien cruzó de derecha a Buffon. Y se acabó Italia, pues el equipo de Marcello Lippi se desfondó y nunca pudo sobreponerse.
La pobreza de espíritu de la Nazionale contrastó con la alegría y por momentos "jogo bonito" de la Verdeamarela, que se despachó con un gol de antología en el 2-0.
Robinho condujo el balón por izquierda y Kaká le hizo el relevo por la espalda. El atacante del Manchester City cedió la pelota al nuevo jugador del Real Madrid, quien devolvió la pared de primera, pero Robinho hizo una finta ante la barrida de Daniele de Rossi y Luis Fabiano apareció en el segundo poste para levantar ligeramente el esférico ante la salida de Buffon.
El rostro adusto de Lippi, Cannavaro y Buffon lo dijo todo. La Azzurra comenzó a hacer cuentas y a preocuparse por el resultado del otro partido del Grupo B.
Como un cocodrilo amazónico que no deja viva a su presa, Brasil mordió un minuto después para acabar con su rival, al igual que ocurrió 39 años antes en la Final de México 70, cuando ganó su tercer Mundial con un 4-1 histórico.
Al 43', Kaká filtró un gran servicio a Robinho, también por izquierda, y cuando éste último mandó la diagonal a la llegada de Ramires, Andrea Dossena se barrió para marcar en propia puerta el 3-0 definitivo.
En el complemento, los italianos abusaron del disparo de larga distancia y Julio César siempre estuvo atento para evitar el gol que hubiera clasificado a la Nazionale.
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