Quedan lejos del sueño americano

AutorJonathan Bañuelos

Ser indocumentado lo llevó a pasar dos años en prisión en Estados Unidos antes de ser deportado.

Al llegar a México, hace dos semanas, "Ramón" se encontró con un panorama adverso del que busca salir adelante trabajando.

En Texas, hace tres años y medio, empezó haciendo instalaciones de tablarroca, área en la que tiene experiencia, hasta que lo detuvo la Policía. Como tenía antecedentes de haber cruzado la frontera, pasó dos años en la cárcel.

Pidió reservar su identidad para no afectar a sus familiares, quienes viven en el Municipio de Cocula. No les pidió ayuda cuando llegó al País por Ciudad Acuña, Coahuila; intentó trabajar para comprar su pasaje de regreso a Jalisco.

Como no logró obtener empleo y el frío era intenso en el norte, subió al ferrocarril para desplazarse al sur lo más pronto posible.

Así fue como llegó a San Juan de los Lagos, donde la organización Cáritas lo apoyó para comprar un boleto de autobús hacia Guadalajara.

Aquí pidió asilo en El Refugio Casa del Migrante, ubicado en el Cerro del Cuatro, que se ha convertido su hogar temporal y donde convive con otros migrantes mexicanos y centroamericanos.

"Ramón" ya labora en una fábrica de juguetes y con su sueldo busca hacer algunos ahorros para comprar la herramienta que necesita para hacer lo que le gusta: trabajos en tablarroca.

"Nomás estoy esperando que llegue mi oportunidad para enderezar mi barco, de mientras estoy trabajando en lo que caiga, aunque sea barato, pero no puedo hacer más", indicó.

En El Refugio Casa del Migrante también vive Adrián...

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