Rafael Aviña / Le falta emoción

AutorRafael Aviña

Hemos sido testigos de toda clase de exaltados delirios alrededor de ese misterio que se encuentra más allá del lienzo y los pinceles; desde las rimbombantes biografías de Miguel Ángel o Pablo Picasso a las inquietantes interpretaciones de cine y pintura de Jacques Rivette en La Bella Latosa (1991) o los apuntes al natural de Martin Scorsese en Historias de Nueva York (1989).

Asimismo, han sido varios los instantes perturbadores sobre la vida de un pintor como Van Gogh; ya sea con Kirk Douglas, Tim Roth, o Scorsese en el papel del artista holandés, incluyendo el bello homenaje animado Loving Vincent.

Van Gogh en la Puerta de la Eternidad (Gran Bretaña-Suiza-Francia-Irlanda-EU, 2018), del pintor y cineasta Julian Schnabel, intenta aproximarse al intangible acto de la creación y a la imposibilidad del artista de incorporar la belleza abstracta de su mundo onírico.

Tal como lo hiciera con la breve y excesiva vida del pintor de origen haitiano Jean-Michel Basquiat en su debut fílmico en 1996, Schnabel se adentra ahora en el intenso universo de Van Gogh, justo en el instante en que éste decide por recomendación de su amigo Paul Gauguin...

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