Raso y Colocado/ ¿Cuál descenso?

AutorEduardo 'Yayo' de la Torre

El tema del descenso ha dejado de ser un asunto competitivo, ya no trascienden los errores deportivos, ahora con una cantidad de dólares, cada vez menos, se soluciona lo que en la cancha y con los jugadores no se pudo impedir.

Desde que se acordó elevar de 18 a 20 equipos se encontró la manera de otorgar libertad condicional a los condenados al descenso, sin más beneficio para la competencia que unos millones más para las arcas de la FMF.

Cuando el aspecto económico invade los terrenos eminentemente deportivos se corre el riesgo de perder credibilidad, porque más allá del aumento de equipos, resulta injustificable que los equipos que se ganaron a pulso el castigo del descenso, para lo cual se necesitan 6 temporadas cortas de desaciertos, puedan lavar sus pecados con un cheque de seis ceros en lugar de ganarse su regreso compitiendo en la división a la cual se hicieron acreedores por su ineficiencia futbolística.

Primero fue el Atlante quien después de vencer al Veracruz, equipo que no tenía posibilidades económicas para respaldar una posible victoria en dicha promoción, tuvo la osadía de pedir una rebaja económica, puesto que una vez conseguido su objetivo sabía que podría ejercer presión para que no se alterara el número de competidores.

Ahora existe una nueva versión para que el equipo en desgracia deportiva pueda continuar en la máxima categoría, sin desembolsar por completo la cantidad fijada para el ganador de la promoción.

La popular "vaquita" es el método elegido por los equipos que actualmente se encuentran inmiscuidos en cuestión de porcentaje; no se sabe si el "transparente" arreglo es por partidas...

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