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Rebanadas / De buena y mala pata

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Vincent
AutorCony Delantal

Me llegó la información de un restaurante que tiene poco de haber abierto sus puertas y decían que los desayunos eran fenomenales.

El Pata de Elefante.

Fuimos hasta la Calle de Vidrio casi esquina con Chapultepec y nos encontramos un sitio abarrotado, a pesar que eran las 11:30 de la mañana.

Hicimos una espera de poco más de media hora, pero al ver pasar los platos pensamos que valdría la pena esperar. Todo lucía muy bien.

Con un hambre feroz y el tiempo encima pudimos hacer nuestra selección previamente para no esperar mucho al sentarnos.

Los niños morían de hambre y para entretenerlos un poco ordenamos pan, pero ya no había. Como tampoco tenían shakshuka ni huevos Benedictinos.

La carta es extensa y muestra comida nueva, como los bowls frutales.

A mí me llamó la atención el Matchacate, un bowl con matcha, yogur griego, semillas, aguacate, frutos rojos y jarabe de agave.

Pero también tenían platos de los llamados súper alimentos, como el smoothie de litchi con acaí, melón y cereales. O el de taro con zarzamora.

Presumen un apartado de avenas, ya sean frías o calientes, como la que lleva natilla de vainilla con chía, fresa picada y arándanos. El black bowl se sirve con avena caliente, leche de almendra y trozos de chocolate amargo.

Por supuesto no pueden faltar los mexicanísimos chilaquiles que se veían deliciosos desde que desfilaron frente a nosotros.

Hay pan francés relleno de queso cottage, waffles con matcha, pero además los famosos toasts o pan tostado artesanal, con acompañamientos, como la tosta con queso de cabra y topping de mermelada de higos y frutos tropicales.

Mi marido pidió una hummus avocado, de 60 pesos, sobre pan de semillas con aguacate, arúgula, pepitas de calabaza y girasol.

Venía hermoso a la vista y abundante en cantidad, sin embargo el hummus no nos deslumbró, pues con esa combinación no sabía ni a aguacate ni a hummus de garbanzo, la verdad, algo insípido.

También ordenó un waffle estrellado, de 80 pesos, que llegó con waffles integrales, arúgula, tocino y salsa martajada acompañado de huevo estrellado. Ese sí le gustó mucho pues tenía un...

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