Rebanadas / Hola Olio, bienvenido...

AutorCony Delantal

Hace mucho que no tenía una cena tan nutritiva en términos de convivencia y, por supuesto, en sabor.

Resulta que mi marido me invitó por la noche al Olio Bistro, al que por cierto mi suegro ya le echó el ojo, pero no se ha animado a venir. Dejamos a los niños encargados con sus tíos y emprendimos el viaje a Punto Sao Paulo.

No me había tocado ir de noche y resulta un buen lugar de encuentro. Es bullicioso y con mucha vida.

Si bien es cierto que los restaurantes que ya se establecieron le han dado ritmo al lugar, también es cierto que debieron hacer adaptaciones para poder mantener mesas en el área de terraza y evitar las lluvias.

En el caso del Olio, colocaron un pabellón de fibras sintéticas y además tienen espacio en los interiores. Poseen una cava bien provista y la decoración con vidrio soplado hace lucir sus interiores muy coloridos. Desde que te ubican al llegar, todos los empleados son muy atentos. La hostess te acomoda y pronto el mesero se acerca.

El menú cambia día con día sin tantas variaciones, ya que por ejemplo tienen pastas y rissotto que en ocasiones acompañan con camarones o con costillas cortas.

Aunque breve, la carta ofrece algunas delicias en los diferentes tiempos que sirve. Por ejemplo, de entradas puedes pedir una selección de aceitunas manzanilla y kalamatas marinadas, de 30 pesos, o de manzanillas fritas, de 45.

También tienen espárragos fritos, gambas, chorizo español, alcachofas, pulpo, carpaccio de res, tablas de quesos y pastelitos de cangrejo, entre otras delicias, con precios que alcanzan los 105 pesos.

Pues para abrir boca pedimos unas alcachofas Olio, de 85 pesos, y unos pastelillos de cangrejo, de 105 pesos. Ambos llegaron pronto y en porciones adecuadas. De las alcachofas les puedo decir que estaban muy buenas. Llegaron tres piezas horneadas y luego grilladas, espolvoreadas con un poco de parmesano y salpimentadas ligeramente. En realidad era un plato muy sano porque no tenía casi condimentos. A un lado había un dip tártaro para acompañar.

Fue agradable que las alcachofas estaban perfectamente cortadas y no llegaron hasta nuestra boca las incomodísimas puntas de espinas que en muchos restaurantes no saben cómo cortar. Estaban exquisitas.

Con los pastelitos de cangrejo la experiencia fue muy buena, eran tres piezas de muy buen tamaño, doraditas por fuera y con suficiente carne. Cada una venía montada en un espejo de diferentes aliolis: uno picante de chipotle, otro de albahaca y uno más de tártara. El de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR