Rebanadas / Rápida e italiana sencillez
| Autor | Cony Delantal |
Nuestro concepto de comida rápida se centra primordialmente en las hamburguesas, sándwiches, pizzas y, últimamente, en los mexicanísimos tacos, sobre todo cuando se trata de las áreas de comida que se ubican en los centros comerciales.
Pues animada por mi marido, a quien le gustan las pastas, fuimos a conocer un lugar llamado Spoleto que se encuentra en la plaza Ciudadela. El concepto no es nuevo, pero no había visto que se aplicara a las ensaladas y pastas.
Spoleto es una franquicia brasileña que ya tiene presencia en diferentes países. Ya llegó a nuestra Ciudad y la verdad es que me dejó grato sabor de boca. El concepto es que el chef seas tú, ya que tienen más de 20 ingredientes a la vista, así como 11 diferentes tipos de pasta, ya sea corta o larga, rellena o simple.
Lo primero en el proceso es escoger tu tipo de pasta. Una vez que lo haces, el cocinero saca la porción exacta, empaquetada individualmente, la coloca en una olla con agua hirviendo para darle un poco de temperatura, ya que están cocidas previamente.
Luego escoges hasta ocho ingredientes, entre los que puedes elegir champiñones, aceitunas, anchoas, alcaparras, jamón y muchos más, que son propios para acompañar las pastas.
Después de eso te ponen a la sartén, si así lo deseas, un poco de aceite de oliva para sofreír los ingredientes de tu elección, junto con la pasta. Y al final, te sirven la salsa que hayas escogido, que puede ser de tomate, arrabiata, cuatro quesos, rosa, blanca y chipotle.
Bien seleccionados los ingredientes, éste puede ser un plato inteligente y de precio accesible. Las pastas tradicionales cuestan 69 pesos; las rellenas, 79, y las rellenas Premium, 89, como los ravioles de res, de ricotta y jitomate deshidratado, así como los tortellini rellenos de jamón serrano.
Cuando pasamos la comadre y yo pedimos unos ravioles rellenos de carne de res para ella, y un fetuchini para mí. Ella lo ordenó con salsa cremosa y yo con una de tomate. Agregamos aceitunas y champiñones, y lo sirvieron.
Las porciones son abundantes y, de acuerdo con mi comadre, su salsa estaba muy buena. Ya en la noche se puso mala del estómago, pero estoy casi segura que fue por tantos tacos que acostumbra comer en puestos de no muy buena fama.
Mi pasta estaba también muy rica, sin embargo, la salsa estaba un tanto aguada. Un poco más de espesor la dejaría justo en su punto.
Lo que hay que reconocer es que los sabores no son de comida rápida, las salsas son las que hacen la diferencia. Eso...
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