Reconocen tener culpa de escasez

AutorSergio Hernández

La escasez de tortugas en las playas del Municipio de Tomatlán debido a la depredación, ha dado lugar a un creciente grupo de arrepentidos que encontraron en otras actividades su nuevo forma de vida.

En los años 60 y 70 la abundancia era tal, que en la temporada de desove de la tortuga, entre junio y diciembre, se podían observar una tortuga a un lado de otra.

Ahora que está en peligro de extinción, hay que caminar varias horas en la playa para encontrar alguna, situación que ha originado que el negocio ya no sea tan redituable.

"Yo cuando tenía 17 años me traía hasta de a 15 nidos, duré ocho años yendo", cuenta Alberto Barajas, un ex huevero que ahora, a sus 33 años, vive de la captura de camarón y de la pesca en el estero El Chorro.

Justifica sus años de trabajo recolectando huevos de tortuga porque en esa parte de la costa de Jalisco, a unos 100 kilómetros de Puerto Vallarta, no había trabajo en la temporada de lluvias, precisamente cuando la tortuga comienza a llegar a las playas para desovar.

"Pero aquí ya se siembra mucho jitomate, sandías y la raza ya se está dejando de chifladeras. Hace como 10 años a mi carnal lo agarraron con 60 huevos y mi jefe tuvo que gastar como 50 mil pesos para que lo soltaran... y por 200, 300 pesos que se puede uno ganar en la noche no vale la pena arriesgarse", expresó.

"Ahorita ya uno hasta siente coraje de ver ca... que andan sacando los huevos, uno anda con la chinga de que ya no vayan, uno les dice: 'dedíquense a otro jale', porque si ya no van, sí se recupera. Si la playa la cuidaran bien, un animalero hubiera".

Asegura que las tortugas siguen existiendo porque llegaron a tiempo los biólogos de la Universidad de Guadalajara a instalar un campamento para protegerlas, hace 20 años.

"Aquí la raza ya se está dejando de chifladeras, cuando mucho van cinco a seis vatos, unos piensan que si dejan esa madre no van a tener otra forma de vivir, o sea que están impuestos a eso, pero como yo, le dije a un vato ¡hasta aquí!, y yo ahora me voy a los camarones, me saco cinco kilos diarios", mencionó.

Otro arrepentido, que hasta hace un par de años formó parte de una red de traficantes de tortuga aún activa recuerda que en el mar tendían una enorme red, donde las tortugas se atoraban y luego las sacaban para destazarlas.

"Yo duré chambeando muchos años, las matábamos a las...

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