El recreo ayer y hoy

AutorAna Belén Negrete

"La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra (...) Lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia".

Así describió Julio Cortázar la rayuela (conocida en México como avión) en su mítica novela del mismo nombre y reflejó el empeño que han puesto y ponen los niños día con día en los juegos que los distraen en el recreo, con los que aprenden a saltar, correr, compartir...

Los tiempos han cambiado, y algunos de los pasatiempos más tradicionales que divirtieron durante décadas a niños mexicanos y, en algunos casos de todo el mundo, se han perdido. Sin embargo, otros han vencido al paso del tiempo y siguen vigentes. 3 Las traes, basta, la cuerda, la rayuela y otros han persistido durante décadas, según cuentan tres generaciones de mujeres: Isabella, de 10 años; Rosa Negrete, de 31, y María Rodríguez, de 65.

Lo que más le gusta jugar durante el recreo a Isabella es basta.

"Cada persona elige un país y una persona dice: 'Declaro la guerra en contra de mi peor enemigo, que es...' y tiene que decir un país, y todos tienen que echar a correr, excepto el país que dijo. Ese país dice 'basta' y todos tienen que frenar y tiene que ir diciendo cuántos pasos a cada país. Ganas si llegas a una persona en los pasos que dijiste", explica.

Para Rosa, lo más divertido era jugar a las traes porque se pasaba rápido el tiempo y corría y se divertía con toda la gente, ya que se hacía un grupo grande.

"Tenías que correr detrás de una persona y la tocabas y le decías 'la traes', y ése era el que la traía y tenía que correr y alcanzar a otro para decirle que la trae también. La otra versión del juego se llamaba quemados y era aventando una pelota, y al que le tocaba la pelota era el quemado y era el que tenía que aventarla y tocar a alguien más", recuerda.

Sin embargo, hay pasatiempos como la Víbora de la Mar y el Patio de mi Casa que ya casi no se practican, explica María, que son con los que ella se divertía cuando era niña.

"A la Víbora de la Mar se jugaba con dos personas haciendo un puente con dos niños, y los demás pasaban en fila por debajo cantando la canción. Cuando se decía 'tras, tras, tras', se dejaba pasar una vez, dos veces, para destantear al...

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