Recuerdos enfrascados

AutorStephanie Quiles

Tener un tarro lleno de dulce sabor es siempre reconfortante, y una buena forma de disfrutarlo es mediante un "jar cake", un pastelillo en un pequeño frasco para consumo individual.

Desde pan de chocolate o zanahoria con betún de queso crema, incluso un simple pastel de vainilla con diferentes colores para hacer un arcoiris, hasta preparaciones más complejas como una pavlova o frasier, todos se verán muy lucidores en frascos transparentes, tendencia que poco a poco crece en el País.

"Si ya se enfrascaban pepinillos, huevos pochados y jaleas, era sólo un paso lógico enfrascar también postres.

"Los 'jar cakes' pueden prepararse de dos formas, con capas de ingredientes ya hechas -pan, betún, fruta- que se ensamblan en el envase o a baño María, como por ejemplo el cheese cake y la crème brûleé, donde se cocinan a fuego lento capa por capa en el horno", menciona Paul Bentley, chef y propietario de Saint Michel, ubicado en Providencia.

Cuado se trata de pasteles "de cajita", las amas de casa estadounidenses prefieren esparcir un poco de aceite en spray en el recipiente y hornear la mezcla a baño María, pues no tiene mayor complejidad, aunque siempre hay que cuidar la temperatura y hasta dónde llenarlos.

Las pastelerías profesionales optan por hacer el pan en recipientes comunes y luego cortarlo y rellenar el frasco.

"En cuanto a la presentación, es mucho más interesante integrar el embalaje como parte del producto, que tener una rebanada de pastel sola.

"La gente puede comer parte del pastel, taparlo y refrigerarlo para más tarde y, además, se quedan con el envase para usarlo en otras cosas, como guardar galletas", agrega.

Tome nota de que estos pasteles son buena idea como regalos, pues se pueden adornar con moño y hasta cuchara, o colocar un lazo de tal forma que quede como un asa para cargar la jarrita. Actualmente está de moda hacerlos como postres en una boda, donde se presentan decenas de mini "jar cakes".

Para Bentley la creatividad es el límite de sabores, desde pastel de tres leches, selva negra, cheese cake, mango con maracuyá, plátano, tiramisú, incluso brownies y fudge son algunos ejemplos.

"Lo importante es que siempre tenga algo que aporte una textura diferente a la del pan, como una fruta o algo crujiente, la ventaja de un envase es que puedes mantener el pan más húmedo que una rebanada de pastel normal.

"Mermeladas, frutas, helado, nueces acarameladas, mini merengues, galletas o cualquier otro ingrediente puede ser buena idea para complementar el postre", añade el experto.

Por último, hay que recordar que es muy importante esterilizar los frascos. Basta con ponerlos boca abajo en una charola con agua y sin tapas, cubrir con papel aluminio y hornear durante 30 minutos a 150 centígrados.

Considere que los pasteles tienen mejor sabor un día después de horneados.

Cheese cake

(6 FRASCOS)

·150 gramos de galletas María

·75 gramos de mantequilla sin sal derretida o suavizada

·600 gramos de queso crema

·300 gramos de crema para batir

·150 gramos...

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