Recuperan vitalidad
| Autor | Jessica Pilar Pérez |
Ellos se juntan y se sienten vivos y felices en el Centro Metropolitano del Adulto Mayor (Cemam), ubicado en Zapopan. En este lugar pueden recuperar la vitalidad perdida con los años.
Las mañanas en este centro quizás son las más divertidas que han tenido en los últimos días. Hay música, barullo, juego, entretenimiento, solidaridad y hasta romance.
Tanto a José Manuel Ramírez Estrella, de 72 años, como a Albina Piña Robledo, de 68, les encanta bailar, y esta pasión junto con la coincidencia de ir a este centro, los llevó a vivir juntos desde hace siete meses.
"Aquí me la conseguí, le decía que estaba solo. Ahorita la tengo a ella, me acompaña y nos ponemos a bailar", comentó José, quien es de los que casi acude a diario a combatir la soledad, pues ha enviudado en dos ocasiones.
Albina recordó que le decía que se dieran más tiempo para conocerse, pero su pareja le dijo que ya no estaban para eso.
"Le digo a él que ya no vivamos en el pasado, que vivamos el presente, que es lo que cuenta", comentó Albina, quien quiere llegar a la edad que lo hizo su abuela: 130 años.
No hay cabida para la tristeza ni la monotonía, cuando menos durante seis horas que abre el centro, de 8:00 a 14:00 horas.
Olivia Reyes, de 66 años, aprovecha uno de los tres camiones que salen diariamente a 10 colonias a buscarlos, y una vez a la semana, desde la Colonia Indígena, acude a su clase de bordado con listón para olvidarse de la depresión. Ya estuvo en los talleres de papel maché y pintura.
Casi todos rebasan los 60 años. Las arrugas y el cabello entrecano pareciera que fueran parte del atuendo, al igual que la sonrisa que portan a su paso.
Al dar un recorrido por el Cemam se puede ver que unos están cosiendo o pintando, otros bailando o cantando, algunos más leyendo, jugando dominó, lotería o comiendo.
A Dolores Medina, de 89 años, le gusta cantar. Ella iba al centro de Bugambilias, donde aprendió muchas cosas y ahora la invitaron a presentarse con su grupo "Antaño Los Remedios", en el de Zapopan, y le gustó para quedarse.
Enrique Castro y Elena Graciano es otra pareja que apenas se va a registrar. Ellos llegaron, vieron y se inscribieron.
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