'Regrese... como Salinas'

AutorWilbert Torre

Mural/ México

VALLE DE CHALCO, Estado de México.- "¡Pavimentación! ¡Pavimentación!", rompió a gritos Francisco Labastida, ante el gentío que se arremolinaba entre las nubes de polvo de Valle de Chalco Solidaridad.

Con sus casas de pisos de tierra y techos de lámina, el otrora bastión del salinismo y cuna del programa Solidaridad había recibido al candidato del PRI con una carga de efusividad que contagió al candidato y que lo llevó a poner en práctica gritos para el electorado, arengas y aspavientos que no había empleado en su gira de agradecimiento, ni en los recientes recorridos por el país.

Labastida estrenó registro en el Instituto Federal Electoral y, por lo visto, también un estilo que no había mostrado ante los micrófonos.

"Gracias por la invitación para reunirme con ustedes aquí el día de hoy. Gracias por decir que esta es mi casa y así me siento, no me siento como en mi casa, ¡estoy en mi casa!", exclamó Labastida ante las señoras de Chalco que, ondeando banderitas blancas, le pedían escuelas, pavimentación y vigilancia policiaca.

Con los brazos al frente, agregó: "Déjenme contarles algo: En el camino, desde que llegué hasta que estuve en este pódium, más o menos por 20 ó 30 minutos me estuvieron entregando cartas y planteando problemas de Valle de Chalco Solidaridad. Y volví a ver de nueva cuenta los problemas de pavimentación. Un grupo de jóvenes y de señoras se unió, y claro me dijeron: ¡Pavimentación! ¡Pavimentación!" El candidato alzó entonces la mano derecha y con el puño cerrado arengó a la multitud, que coreó el grito que él había provocado.

Alrededor del terregal que conforma una explanada circular, surgieron algunas risas maliciosas poco después.

Unas señoras recordaron la ocasión en que Salinas llegó aquí y narró que se había encontrado en el camino a una niña que le dijo que su comunidad no tenía agua. En pleno acto, preguntó: ¿Quieren agua? "¡Síii", le respondieron los chalquenses. "¡Pues agua tendrán!", devolvió Salinas, con su acento tan peculiar.

Otros contaron que el ex presidente se sentía orgulloso de haber dormido dos veces en una casa humilde de este municipio de tres millones de habitantes. Rosalba y Marina, quienes asistieron al mitin con un grupo de maestras de la colonia Del Carmen, dijeron en franca ironía que tal vez el fantasma de Salinas anda suelto, y que ya contagió al candidato Labastida.

Y es que la imagen de Salinas se convirtió en una sombra que estuvo presente desde que Labastida llegó a Valle de...

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