Renovación necesaria
| Autor | Alberto Bortoni |
FOTOS: IVÁN MORENO
Lincoln ha tenido muchos aciertos con el nuevo Continental.
Desde hace más de 20 años que tengo en la industria automotriz, se decía que las marcas de lujo americanas, particularmente Lincoln y Cadillac, tenían que renovarse porque morirían pronto con sus clientes.
Otra forma de decir esto es que los compradores de estas marcas eran septuagenarios en busca del máximo confort.
Y en realidad esto nunca ha sido cierto, más bien el enfoque había estado equivocado. Lincoln no tiene por qué competir contra Audi, Mercedes-Benz o BMW; ni los estadounidenses son alemanes ni los freeways son Autobahn.
El diseño exterior del Continental es elegante e imponente sin ser agresivo. Jaguar definitivamente dejó algo de influencia en el ADN de Lincoln, pero ha sido un buen mestizaje y ahora Lincoln puede presumir algunos de estos rasgos como propios, como la parrilla y los faros.
La parte trasera es más distintiva y es que la línea cae. Contrario a las tendencias de los sedanes de su segmento, la cajuela es visualmente baja. No es un diseño completamente anti-Bangle (el diseñador de BMW que puede ser considerado como el padre de las cajuelas actuales) pero está más orientada al trazo del Rolls-Royce Phantom que del BMW Serie 7.
El interior es más impactante que el exterior. Hay buenos materiales y un alto contenido tecnológico, algo que Lincoln realmente no acostumbraba incluir. Pero lo que más impresiona son los asientos.
Según la marca se inspiraron en los asientos de primera clase y de jets corporativos para su diseño.
Visualmente, el respaldo está despegado de la estructura del asiento; una apariencia fuera de lo común del segmento. Además, son ajustables en más formas de las que se podría esperar y, tienen masaje en las cuatro plazas. Esto último resultará placentero para quien pase largas horas a bordo del coche, ya sea en tráfico, o en recorridos de largas distancias.
En la mecánica, Lincoln tomó lo más nuevo de Ford. Para México sólo se ofrece con el motor V6 twin turbo de 3.0 litros de desplazamiento con 400 caballos y 400 lb-pie de torque. A pesar de ser un coche de tamaño completo, es una cifra de potencia más que aceptable, así que nadie extrañará los ocho cilindros que el fabricante americano hiciera popular hace ya casi un siglo. Además, con tracción en las cuatro ruedas, se puede poner la mayor parte de esa potencia en el piso sin mayor inconveniente.
La transmisión es de seis velocidades y en lugar de tener una palanca...
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