Un Baillères al margen de la tradición familiar

AutorJosé Ángel Vela

MURAL / Nuevo León

MONTERREY.- La sangre llama. Y cuando se trata de negocios familiares, la atracción puede ser tan poderosa que neutraliza los afanes por impedir que los accionistas jueguen a la vez roles operativos en los grandes grupos empresariales.

Pero la historia de Xavier Baillères Gual, de 42 años, resiste a inscribirse en esa serie de relevos donde los jóvenes descendientes del presidente de consejo asumieron el liderazgo formal en grupos como Telmex, Sanborns, Inbursa, Televisa, Modelo, Interacciones o Angeles.

Incluso se diferencia de sus hermanos Raúl y Alejandro, quienes tienen posiciones de mando dentro del grupo que preside su padre, Alberto Baillères González, a quien la revista Forbes atribuye una fortuna de 600 millones de dólares y lo ubica en la posición 231 del mundo.

Baillères González preside el Grupo BAL, un diversificado conglomerado bien posicionado en seguros, fianzas, almacenes y minas a través de compañías como Grupo Nacional Provincial, Peñoles, El Palacio de Hierro, Profuturo GNP, Aseguradora Porvenir y Crédito Afianzador.

Xavier, el cuarto de los Baillères -instruido en escuelas militares estadounidenses, graduado en el Tec de Monterrey y con una maestría en la Universidad de Texas- ha tomado la licencia de irse por la libre, sin que se trate de un declarado opuesto a la exitosa ruta del Grupo BAL. Quiere labrarse su historia aparte, empujado por su experiencia como empleado de Cervecería Cuauhtémoc y Banamex.

Cuenta que esa decisión de hacerse empresario la tomó cuando ocupaba la gerencia de Banca Corporativa de Banamex en Monterrey, cargo al que llegó, según lo reconoce, gracias a la recomendación de su padre con Roberto Hernández, ex presidente del banco.

Fue en ese periodo, tras 13 años de trabajo para la institución, cuando decidió no depender de mejores buenos oficios que los de la necesidad de probar que en México se puede ser emprendedor. Incluso, rechazó la invitación de Hernández para dirigir el Buró de Crédito, luego de una plática en la Ciudad de México.

Baillères Gual cuenta que fue la parábola sobre un rey frustrado, cuya una de sus águilas no volaba, la que le hizo tomar la decisión de tener una empresa independiente a los negocios de la familia.

Decía aquella parábola que tras esfuerzos infructuosos, un campesino resolvió el problema satisfaciendo al monarca.

-Fue muy simple-, explicó el agricultor al rey sobre la forma como hizo volar de nuevo al ave. -Corté la rama del árbol en la que se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR