Reviven espíritu samaritano

AutorAndrés Martínez

En su camino por tierras ajenas fue víctima de asaltantes y quedó herido. Después, ellos lo encontraron y le dieron refugio, comida y le ayudaron a sanar sus heridas.

Él no es judío ni va a Jericó, sino salvadoreño de camino a Estados Unidos. Ellos no son samaritanos, sino vecinos de la Colonia Cerro del Cuatro, quienes, junto con la parroquia Nuestra Señora del Refugio, mantienen un albergue para migrantes.

Así, con la parábola del Buen Samaritano, es como el sacerdote Alberto Ruiz Pérez justifica el trabajo que realiza desde hace 2 años y medio con el apoyo de cerca de 50 voluntarios.

Cada día, el refugio para migrantes recibe entre 20 y 50 personas, la mayoría de ellos de Honduras, Guatemala y El Salvador, aunque también hay mexicanos.

Duermen, se bañan, comen tres alimentos al día...

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