Ricardo Elías/ Casinos para la asistencia pública
| Autor | Ricardo Elías |
Para la Oficina de Visitantes y Convenciones de Las Vegas, los mexicanos estamos clasificados en el cuarto lugar de asistencia a esa lúdica ciudad, solamente después de Canadá, Japón y el Reino Unido. Tan sólo el año pasado visitaron Las Vegas 300 mil mexicanos que apostaron en promedio 665 dólares cada uno, y gastaron en compras, comida, transporte y centros nocturnos otros mil 351 dólares, lo que significa que más de 600 millones de dólares anuales son gastados por mexicanos en esa ciudad. (MURAL, 27 de mayo).
Ese mismo reportaje decía que la Asociación Nacional Proindustria del Entretenimiento ha manifestado que, si se abren casinos, con tan sólo atraer a los destinos mexicanos donde se instalen a un 10 por ciento de los 38 millones de jugadores de golf que existen en Estados Unidos y Canadá, México podría recibir una derrama anual de aproximadamente 19 mil millones de dólares. Una vez y media el valor de la venta de Banamex, y casi la tercera parte del IPAB (antes Fobaproa).
Con semejantes cifras, creo que es indudable que a la pregunta ¿se aprobarán los casinos en México?, el problema de la respuesta no radica en un sí, o en un no, sino en cuándo y cómo.
Después de ver lo que los mexicanos representamos para el negocio del juego en Las Vegas, creo que los principales opositores a que se instalen casinos en México, a menos de que sean ellos mismos los dueños, son los propios casinos de Las Vegas, pues si se instalan bien acá, y si se montan espectáculos tan extraordinarios como los que se presentan en Las Vegas, México atraería no sólo a los propios mexicanos, sino a un número importante de turistas, principalmente de los Estados Unidos, quitándoles una significativa parte de su mercado, ya que sin lugar a dudas en México tenemos mil cosas más que ofrecerle a un turista alrededor de cualquier destino en el que se instalara un casino que lo que ofrece el desierto de Las Vegas. Además de que para el juego y la diversión los mexicanos nos pintamos solos.
La discusión acerca de la instalación de casinos se ha centrado en los mecanismos que ciertamente habrá que establecer para evitar la proliferación de la prostitución, drogadicción o lavado de dinero, temas delicados que deambulan alrededor del juego, cuando son asuntos que con y sin casinos de cualquier manera hay que combatir y controlar.
Lo que más nos debiera preocupar es el uso que les daríamos y la interacción cotidiana que tendríamos los mexicanos con los casinos. Y es que hay que...
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