Ricardo Elias / Legisladores de peso mosca
| Autor | Ricardo Elias |
¿Cómo podemos aspirar a tener leyes sabias, que nos ayuden a vivir mejor y a aprovechar las ventajas competitivas que tenemos y los recursos del país, si el cuerpo legislativo con que contamos en su conjunto carece de experiencia?
La respuesta a esta pregunta es: no hay manera.
El estudio realizado por Grupo Reforma, en el que se compara a los legisladores de México con los de Estados Unidos, Brasil y Argentina, nos dijo que el 60 por ciento de los diputados que llegaron este año a San Lázaro carecen de experiencia legislativa, mientras que en los otros países, los diputados "novatos" son la minoría. (MURAL, 10 de septiembre).
Esta inexperiencia sin duda la pagamos caro en las negociaciones con otros países.
Cuando hablamos de asuntos económicos nos referimos por ejemplo, a Estados Unidos, como "nuestro principal socio comercial". Elegante manera de definirlo, sin embargo, la relación económica que tenemos con ellos -y con el resto del mundo- en la práctica no es la de un socio, sino la de un auténtico y feroz competidor.
Además de que ese es el trato que ellos nos dan, es el tratamiento que debiéramos darle a todas las relaciones económicas en este mundo globalizado. No porque no podamos llevarnos bien con ellos y con el mundo entero, sino porque cuando se trata de proteger los intereses económicos de los mexicanos (consideraciones éticas aparte), "biznesisbiznes".
Traigo a colación esto, porque las estrategias y las reglas del juego que se establecen para tratar a un socio son muy distintas a las que habría que establecer para tratar a un competidor, y cuando se trata de inversiones extranjeras o de actividades industriales y comerciales dentro y fuera de nuestro país esas reglas no son otra cosa que leyes, convenios y acuerdos que emanan de nuestros legisladores y de las negociaciones con nuestros "socios" comerciales del mundo entero.
En el estudio realizado, vemos que nuestros recién instalados diputados de la 59 Legislatura, que son las personas a las que se les ha encomendado la tarea de elaborar leyes tendientes a cuidar nuestros intereses como personas, como empresarios y como país, tienen una edad promedio de 42 años (dos tienen apenas 21 años), el 60 por ciento son novatos sin ninguna experiencia legislativa, sesionan sólo cinco meses al año y ganan 100 mil dólares anuales. En buenas manos estamos, ¿no?
En cambio el equipo legislativo de los Estados Unidos es otra cosa. El 99 por ciento tiene experiencia legislativa, trabajan los...
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