Ricardo Elias / Morir en abonos

AutorRicardo Elias

A partir del próximo 1o. de octubre entrará en vigor la Norma Oficial Mexicana (NOM-051) sobre el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, cuyo objetivo es brindar al consumidor final información sobre el contenido de ingredientes que representan un riesgo para la salud, por medio de un etiquetado claro, veraz y fácil de entender.

Este etiquetado incorpora cinco sellos octagonales que permitirán al consumidor identificar los productos con exceso de nutrientes asociados a sobrepeso y obesidad como: azúcares, grasas trans y saturadas, sodio y calorías, así como leyendas precautorias para productos que contengan edulcorantes y cafeína.

No obstante que me parece bien esto, creo que mejorar la salud general de la población requiere algo más que advertencias impresas en etiquetas de envases y empaques, ya que una vez que nos acostumbremos a verlas pasarán inadvertidas, como ha ocurrido con los pictogramas que aparecen en las cajetillas de cigarros, que a pesar de las impactantes fotografías cancerígenas que ponen y leyendas que con todas sus letras dicen "fumar te mata", el consumo continúa. Más clara advertencia que ésta no puede haber, lo que demuestra que el cuidado de la salud tiene que ver por un lado con la cultura y convicciones de los consumidores, y por otro con la conciencia y responsabilidad social de las diferentes industrias.

Si lo que se produce para consumo humano en general fuese más sano, la salud pública sería otra.

Sería de esperarse que con la nueva norma oficial de etiquetado, vayamos viendo en el tiempo cada vez menos sellos de advertencia en los anaqueles, lo cual sólo ocurrirá si la venta de los productos más sanos supera a la de los dañinos.

Mientras eso ocurre, los consumidores tenemos que aprender y enseñar que nuestra calidad de vida y calidad de muerte dependen, en buena medida, de los alimentos que consumimos.

Y digo "calidad de muerte" porque para mí hay tres formas de morir: una de forma natural, otra "al contado" y otra "en abonos". Explico cada una, en orden "preferente": La muerte natural, que todos conocemos, es la que se produce por mera vejez y sin mayor sufrimiento. Es la que todos de alguna manera "deseamos". La muerte "al contado", y que llamo así porque significa morir de golpe (en una sola exhibición), es la que se produce por una falla fulminante del cuerpo o por un accidente...

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