Ricardo Elías / Patrocinios paralímpicos
| Autor | Ricardo Elías |
La medallista de plata Ana Gabriela Guevara, gracias a su mérito deportivo y a los resultados obtenidos en todas las competencias deportivas en que participa, consigue, merecidamente, importantes patrocinios para su carrera, contratos de publicidad y entrevistas que seguramente le generan cantidades de dinero suficientes para vivir dignamente durante muchos años.
Me pregunto si, por ejemplo, la michoacana Doramitzi González, quien lleva cinco medallas en los juegos paralímpicos de Atenas, o el tapatío José Arnulfo Castorena, quien lleva tres medallas, han obtenido u obtendrán contratos y patrocinios similares.
Aunque los triunfos de los deportistas paralímpicos han sido ampliamente cubiertos por las cadenas de televisión y por la prensa en general, no veo por ningún lado a ninguno de ellos portando un logotipo de Telmex ni de ninguna otra empresa, ni saliendo en algún anuncio promoviendo un determinado producto.
¿Será que una medalla de oro paralímpica vale, comercialmente, menos que una medalla de oro olímpica?, ¿o será más bien que lo que se promueve detrás de una marca comercial es el ideal físico del hombre, expresado en la imagen de un metrosexual o de un escultural cuerpo femenino, y no en el espíritu de triunfo y en el esfuerzo que significa ser el mejor del mundo en cualquier disciplina y en cualquier condición?
Tal vez ninguno de los campeones paralímpicos representen el ideal físico comercial que tanto se promueve, sin embargo, no hay duda que en la realidad representan con muchísimo mayor fuerza la idea del esfuerzo personal y el sacrificio que se requiere para sobresalir a pesar de las dificultades.
Bastante loable es competir y sobresalir en plenitud de facultades, ¿no es acaso mucho más meritorio contender y triunfar con algún impedimento físico?
Con todo el respeto que me merecen los medallistas olímpicos que no tienen ninguna discapacidad, y sin menospreciar sus propias hazañas deportivas, creo que el esfuerzo que un atleta paralímpico requiere para lograr varias medallas de oro y romper records equivalentes, es superior, en muchos sentidos, y por lo tanto merecerían, sino mayores, al menos, iguales recompensas económicas que las que un medallista olímpico con plenas capacidades físicas puede lograr.
Las grandes compañías que patrocinan deportistas debieran darse cuenta de esto y realizar sus millonarias campañas utilizando no la imagen corporal de estos deportistas paralímpicos, sino la fuerza de su espíritu y el enorme...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba