Ricardo Elias/ Mexicanas y mexicanos al grito de guerra

AutorRicardo Elias

Quiero suponer que la razón por la cual el Presidente Fox no aplica la regla gramatical que permite el uso del masculino como genérico y menciona siempre específicamente a las mujeres, es para que éstas vean que son tomadas en cuenta, en un intento al menos verbal de darles el lugar igualitario que merecen.

Sin embargo resulta terriblemente impráctico que en sus mensajes y discursos deseche el uso del masculino como genérico y se refiera siempre a las personas que pertenecen a algún determinado grupo como: mexicanos y mexicanas, chiquillos y chiquillas, maestros y maestras, etc.

Me pregunté cuál sería la percepción de las mujeres acerca de esta regla del lenguaje, y admitiendo la posibilidad de que la Real Academia de la Lengua Española se hubiera visto infiltrada por espíritus machos en algún momento de su historia, hice mi propia mini encuesta, que no por ser casera tiene menos valor que muchas de las que se hacen para medir índices de popularidad, y pregunté a varias mujeres de distintos estratos sociales (previa explicación de la regla), si acaso les molesta el uso del masculino como genérico, o si sienten que con ello de alguna manera se vulneran sus más íntimos derechos y condiciones de igualdad. La respuesta en todos los casos fue: no. ¿O será que no se habían fijado en ello? Lo digo porque algunas de ellas me vieron con bastante extrañeza cuando les hice ésta rara pregunta.

Y como a veces me intereso por cosas tan absurdas o aparentemente inútiles, como el origen del uso del masculino como genérico, descubrí que detrás de ésta aparentemente inofensiva regla gramatical, hay una serie de connotaciones sexistas que de ser posible debieran ser eliminadas de nuestro idioma debido a que producen desigualdades sociales por razones de sexo.

Estudios sobre las imágenes y contenidos del material pedagógico en general han demostrado la persistencia de imágenes estereotipadas para ambos sexos que muestran papeles sociales diferentes en función del sexo de las personas y no de las aptitudes reales con que ellas están dotadas.

El léxico del lenguaje transmite mensajes dirigidos a reforzar el papel tradicional de la mujer, asignándole a ésta valores relacionados con la debilidad, fragilidad y pasividad, mientras que refuerza la imagen activa, fuerte, competitividad y dinámica del hombre.

Para eliminar éstos estereotipos sexistas del lenguaje, no basta simplemente con agregar al hablar, el femenino de un término como lo hace el Presidente en sus...

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