Ricardo Elías/ Presuntos inocentes

AutorRicardo Elías

¿A quién se le ocurre que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) y particularmente su titular se dedique, o tenga por objetivo defender delincuentes?

¿Será posible que quienes afirman eso verdaderamente lo crean?

Aquéllos que critican la actuación de la CEDHJ y la etiquetan de defensora de delincuentes, o no entienden lo que es la defensa de los derechos humanos o "nomás le hacen al cuento" pues, nos guste o no, los delincuentes también tienen derechos, y hacer que se les respeten no significa que se les protege por ser tales, sino porque son seres humanos.

Si bien algunos son verdaderamente despreciables, nocivos y peligrosos, también tienen derechos, y no porque sus crímenes nos causen rabia, podemos permitir que se les dé un trato inhumano o ilegal.

Si al momento de aprehender a una persona, a criterio de la Policía, se le niegan sus derechos, se le tortura para confesar delitos, para obtener información que lleve a la captura de cómplices, o para el rescate de sus víctimas, sin saber si es culpable o no, habría que empezar por cambiar el principio de que una persona es inocente hasta que se le pruebe lo contrario.

Dejaríamos de utilizar el término "presunto culpable" y lo cambiaríamos por el de "presunto inocente". Ya no habría acusados, sólo culpables intentando probar su inocencia.

Actualmente los abogados "defensores" trabajan con clientes que muchas veces resultan culpables, ¿habría entonces que etiquetarlos de la misma manera que se etiqueta a la CEDHJ y a su titular, como defensores de delincuentes?

Literalmente hablando, ambos los defienden; los abogados tratando de probar su inocencia, o si son culpables, tratando de reducir sus penas, y la CEDHJ defendiéndolos de la brutalidad policiaca y vigilando que los procedimientos de procuración de justicia se apeguen a la ley. Sin embargo, el objetivo de ambos no es defender la delincuencia, sino defender a la sociedad aplicando la ley y protegiendo los derechos de todos.

No siempre es posible definir si alguien es culpable o no al momento de su detención.

Aceptar que cualquier persona que caiga en manos de policías o judiciales, por el motivo que fuere, es para empezar culpable, y en consecuencia se merece un trato tan despiadado como grave fuera el delito que se le imputa, sería convertir de facto a los policías y agentes judiciales en jueces y verdugos instantáneos.

Por ello, quien abusa de la fuerza o viola las leyes, debe ser sancionado. Los derechos y las leyes...

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