Ricardo Elías/ Profecías

AutorRicardo Elías

No debemos preguntarnos si la Tierra desaparecerá, probablemente así será. No debemos preguntarnos si una nación o una raza, una religión o unas especies durarán por siempre, probablemente no; debemos preguntarnos si la civilización puede ser preservada de forma indefinida, o si está destinada a ser repetidamente destruida.

Una civilización no es algo material necesariamente ligada a un lugar en la Tierra; es un complejo intangible de logros y creaciones culturales. Si éstas pueden ser transportadas a cualquier lugar físico, entonces la civilización puede, en gran medida, preservarse y sobrevivir al Estado, a los ejércitos, a los policías y a los políticos que florecieron en ella y ya murieron.

En este sentido las civilizaciones no mueren, son las naciones y las personas las que mueren. La civilización Griega no ha muerto, sigue viva en la memoria humana pues la memoria sobrepasa la muerte.

Antes con la escritura y la imprenta, ahora con las comunicaciones y el transporte, se ha perfeccionado la transmisión de la información, convirtiéndose en la placenta que alimenta al hombre dondequiera que esté, protegiéndolo, entrenándolo y pasándole los secretos de la moral, de la sabiduría y del arte.

La civilización del futuro no será de razas corporales, será una que genere almas y espíritus de la misma raza. En este mismo instante, mientras escribimos, leemos o trabajamos, olas invisibles de comunicación pasan por nuestro espacio, uniendo naciones, personas y culturas, haciendo al mundo entero uno solo.

La civilización no necesita morir. Tal vez sobreviva al hombre y evolucione en una raza espiritualmente superior. (Basado en el libro "The Pleasures of Philosophy" de Will Durant).

Profecias

De la naturaleza.- La decodificación genética de la naturaleza permitirá tomar de ella lo necesario para la cura de todas las enfermedades del hombre y su longevidad. Se podrá beber el agua del mar y ésta hará a toda la tierra fértil. La alimentación será genéticamente perfecta e individualizada. Los placeres de las degustaciones opíparas serán cosa del pasado.

Del hombre.- El hombre será completamente descifrado. Sus capacidades, cualidades y conductas, hasta ahora intangibles, como la agresividad, la honestidad o los conocimientos, serán transparentes y medibles.

De la familia.- Los niños al nacer conocerán su destino y su función en el mundo. Las mujeres intentarán modificar el destino de sus hijos, serán la base revolucionaria del futuro, y pugnarán por...

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