Rogelio Campos / Diques rotos

AutorRogelio Campos

Lo que estamos presenciando en el país es el inicio del rompimiento del dique que dividía las aguas de la izquierda con las de la derecha. No quiere decir que se hayan mezclado por completo y que ahora formen un solo cuerpo acuífero, eso nunca sucederá; sin embargo, esto es mucho más que leves escurrimientos o desbordamientos. Tres acontecimientos trascendentes de la última semana apuntan en ese sentido: las reformas electoral y fiscal y el discurso de Felipe Calderón ante un puñado de líderes mexicanos.

La reforma electoral se consumó. A pesar de los fallidos amagos de las empresas concesionarias de los medios electrónicos. A pesar de los pronunciamientos vergonzosos de los organismos empresariales, que hablan de democracia como si la practicaran en sus ámbitos. No obstante los devaneos de algunos Gobernadores que enseñaron el cobre dejando en claro a quién responden más allá de sus electores y sus partidos; qué poca vergüenza de estos Mandatarios (y de quien se siente vicepresidenta del país) al manifestar de manera descarada su intervención en asuntos que competen al legislativo de sus entidades y no a ellos.

Lo que apuntaba como un encuentro parejo entre los Estados que aprobarían la reforma y los que no, se convirtió en una goliza tremenda, de escándalo, y eso que todavía no termina el partido. El dique defensivo hizo agua, se rompió. No pudieron estos factores de poder detener la fuerza de la corriente emanada y consensuada en el Congreso de la Unión. El dique conformado por Elba Esther y sus Gobernadores, por los organismos empresariales y por el poder televisivo cedió.

Quienes invirtieron tiempo, dinero y esfuerzo en su afán por evitar que llegara "el peligro para México" han quedado atónitos al ver desmantelada la maquinaria pesada que utilizaron en su encomienda.

El segundo acontecimiento se refiere a la reforma fiscal. Si bien es cierto que el PRD votó en contra de ésta y que no nos llevará a los niveles de recaudación de Brasil, Chile o Argentina, la forma en que la Secretaría de Hacienda defiende el logro es lo que más llama la atención. El spot televisivo y radiofónico (vaya paradoja que sea mediante un spot), dice: "-Oiga compadre, ¿usté entiende que es eso del IETU y por qué los empresarios se quejan tanto? -Pos cómo que por qué, porque es un impuesto que los hace pagar como debe de ser. -¿A poco no los pagaban? -Algunos sí, y otros no lo que debían ser; y ahora sí, todos vamos a jalar parejo y van a pagar más los que más...

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