SAN CADILLA

Buena y mala

La buena: ¡Qué América hará una limpia en el plantel!

La mala: Que la basura irá a pasar a su cesto favorito, o sea el Necaxa.

Así que pueden ir apuntando como principales candidatos a "refuerzos" para los recién ascendidos Hidrorrayos a Jean Beausejour, Ismael Rodríguez y (¡celebren antros aguascalentenses!) "El Negro" Sandoval.

Ah, y por supuesto, apunten también el regreso del Jerry Galindo, quien estuvo prestado al Monterrey, pero no van a hacer efectiva la opción y además falta le hace al cuadro de Omar Arellano, que así que digan ¡uy, qué bruto, cuánto talento! pues nomás no.

Eso sí, habrá que esperar a que llegue el nuevo DT del América, pues aunque ellos no tienen Feng Shui, tampoco tienen "Fe-En-Chuy", por lo que Jesús Ramírez dejará próximamente de ser el timonel.

Por cierto, ya que salió al tema el famosísimo "Negro", mañana les cuento una buenísima de cómo se las sigue gastando.

El matón

A la caza de su "delantero matón" -como les encanta llamarlos por allá-, Tigres ha echado el ojo a tres sudamericanos: el colombiano Luis Fernando Muriel, de 19 años; el argentino Ezequiel Miralles, de 26, y preguntaron también por el uruguayo Santiago "Tanque" Silva, de 29.

Ahora que fue el Draft de la NFL, en EU se hizo todo un escándalo porque previo al evento un scout de Miami le preguntó a Dez Bryant, un emproblemado como talentoso receptor, si su madre había ejercido la prostitución; impertinente la pregunta, pero que demuestra el interés que los equipos profesionales de por allá le ponen a investigar en quién van a invertir su dinero.

Mi punto es que en México estamos en pañales en ese aspecto, y por eso nos siguen picando los ojos, y más a Tigres, que acaban de comprar a un prospecto prometedor -propenso a lesiones- a precio de crack consagrado... ¡saludos a Everton Cardoso!

Pues ahí les va: Miralles, que es el que más les llena el ojo, es más diva que un hijo de María Félix y Madonna, con varios capítulos que de plano mueven a la risa.

Imagínense, en juego del Colo Colo contra La Serena, el señorito se indignó porque, peleando el...

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