San Cadilla
ORDENADITOS
No les salió su domingo a las Chivas, que confiadas en que tendrían una buena presentación en la Liga, quisieron lucirse con sus seguidores al dar a conocer, horas antes del partido, la foto oficial en el Teatro Degollado.
La imagen muestra ordenaditos y sin pestañear a todos los jugadores, sentados en butacas.
Peeero ese orden se quedó ahí, porque en la cancha fue lo que menos mostraron, sobre todo en la defensa, que en la derrota de 3-0 frente al Santos dio más facilidades que abonero en fiestas navideñas.
La foto quedó incompleta y tiene a dos colados: faltó Alexis Vega, quien estaba con el Tri, y con sobraron Hedgardo Marín y Miguel Basulto, quienes se fueron a préstamo a equipos de la Dimensión Desconocida.
A ver si no se va algún otro.
DIFERENCIAS
Hace unos días les conté de las formas en las que Edson Álvarez y el América llevaron la contratación del pateabalones con el Ajax: buenos términos y buen precio, a pedir de boca.
El Ame le pagó con la misma moneda al "Machín" y le hizo un homenaje el sábado, al medio tiempo del partido entre las Águilas y los Rayados.
¿Se acuerdan de cómo despidieron las Águilas a Diego Láinez hace seis meses? Claro que no.
Mientras Edson cocinó su salida a fuego lento, procurando hacerle caso a su representante y a los consejos de la directiva, Diego dejó que su familia decidiera dónde jugaría, cuando en Coapa todavía lo veían verde.
Si el América le dedicó a Láinez un tuit de despedida el día que el Real Betis lo contrató fue mucho.
Nada que ver con el adiós de Álvarez, con vuelta olímpica en el Estadio Azteca, video y una placa entregada por el presidente Santiago Baños.
Eso sacan: uno por paciente y el otro por atrabancado.
NOCHE DE HOTEL
Vaya aventura la que vivieron los Bravos en su primer viaje como equipo de la Liga MX.
El jueves, antes de volar a Guadalajara para jugar el viernes con el Atlas, el equipo de Ciudad Juárez se topó con la cancelación de su vuelo por fallas en el motor del avión.
Como por reglamento debían estar en Guadalajara por lo menos ocho horas antes del juego, la directiva se dio a la tarea de negociar y hacer llamadas.
Por un momento llegaron a pensar en pasar la noche en Juárez y volar el mismo el día del juego, porque aunque no descansaran aquí, por lo menos cumplirían con el reglamento.
La última posible solución era abordar el vuelo que salía a las 21:40 horas, peeero ya estaba...
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