San Cadilla

Golazo a la apatía

Un verdadero golazo a la indiferencia resultó ayer el evento en el que se recaudaron alrededor de 20 toneladas de alimentos para los damnificados de Tabasco.

De veras que fue conmovedor presenciar el interminable desfile de cerca de 15 mil personas que asistieron al Estadio 3 de Marzo a intercambiar víveres a cambio de unos cuantos segundos al lado de sus ídolos -y otros no tanto- y de los famosos autógrafos. La verdad, nunca he entendido su valor, pero bueno, es parte del show.

Uno de los detalles de la tarde se lo llevó un niño que inocentemente le preguntó a Juan Carlos Leaño: "¿Y tú quién eres?".

Sólo porque el "Cheto" de veras que es un tipo muy decente y sencillo, pero cualquier otro en su lugar le hubiera respondido algo así como: "Soy el dueño de todo lo que alcanzas a ver, de la Cheyenne y de tu apá".

El que brilló, pero por su ausencia, fue Omar Bravo.

El delantero de Chivas dejó claro que en este momento es el jugador más popular del futbol tapatío, y por eso mayor fue la decepción de los miles de aficionados que preguntaron por él; estaba programado para acudir durante el último turno, el que terminaba a las 20:00 horas, pero no se paró por ahí.

Debe de haber sido una causa de fuerza mayor el no haber acudido a tan noble llamado, porque en los días previos Omarcito había sido uno de los más entusiastas promotores de este evento. Mientras no haya sido un "embotellamiento" -de agave- el que se le atravesó, no hay problema.

Al estilo de su patrón, Juan José Frangie hizo su acto de aparición en el evento para un anuncio espectacular: un vale por cuatro casas para los damnificados entregado a los miembros de la Cruz Roja. Enhorabuena para las Chivas S.A., aunque yo sólo espero que no se vaya a ir esta construcción al mismo ritmo del estadio, porque entonces sí que esperen sentados los tabasqueños.

En fin. Un verdadero éxito.

Los directivos pusieron de su parte, los futbolistas donaron su tiempo, los medios brindaron sus espacios para la promoción y los aficionados de a pie cooperaron.

Y las...

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