San Cadilla / La Dominguera

El juez de la mirada intimidante

Prender la televisión en algún duelo importante de Europa o en una Copa del Mundo era inevitable ver a Pierluigi Collina (13 de febrero de 1960 en Bolonia) llevando las acciones, casi siempre un tipo muy serio, pero quien también tiene su propia historia.

De mirada intimidante, serio, enfocado en su trabajo, nunca envuelto en escándalos y a veces hasta mostrando su lado humano al apoyar a algún jugador con una palmada o una sonrisa, así es la historia con el silbato de este italiano, que ahora está retirado, pero que sigue ligado al futbol.

Siempre su cabeza calva lo caracterizó, aunque no por gusto o moda, sino por una enfermedad hormonal que contrajo a los 24 años de edad, lo que le provocó quedarse sin pelo, ni vello en la cara, pues tampoco tenía cejas.

"La verdad tengo una enfermedad llamada 'alopecia areata', que provoca la caída de mi cabello y no lo deja crecer más. La cabeza rapada es consecuencia de eso. Jamás pensé en lanzar una moda. Ronaldo es un calvo que lanzó la moda", expresó en el 2005 a la revista brasileña "Placar".

Su aspecto hizo que se ganara el apodo de "Kojak", que tiene que ver con el personaje Theo Kojak que interpretó el actor estadounidense de origen griego, Telly Savalas.

Dicho apodo al principio le era molesto, pero según información europea el propio Collina supo llevar este mote y su enfermedad y nunca más le causó conflicto.

"Los jugadores me respetan más por mi aspecto", comentó en más de alguna ocasión.

Graduado en Economía por la Universidad de Bolonia, Collina logró ser árbitro con gafete internacional apenas después de pitar 45 partidos en la Serie A de Italia, lo que le abrió muchas puertas como silbante, pues como jugador no pudo y ni tampoco como basquetbolista.

Collina fue defensa central hasta los 15 años de edad, pero aunque no lo crean, el futbol no era su deporte favorito, aunque tuvo únicamente dos equipos a los que apoyaba. Primero al Bolonia, de la ciudad donde vivió, y posteriormente le fue a la Lazio.

Pero como les decía, su deporte favorito justamente era el basquet y es tremendo fanático del Fortitudo de Bolonia.

En 1991 el balompié italiano lo vio nacer como silbante y en 1996 pitó la Final de los Juegos Olímpicos de Atlanta, que protagonizaron las selecciones de Argentina y Nigeria.

Su carrera siguió en ascenso no solamente en la Serie A, sino también en sus participaciones internacionales. Uno de los grandes recuerdos de Collina con el silbato fue en...

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