San Cadilla / La Dominguera

¡Gracias, Don Nacho!

Definir o describir la vida de Ignacio Trelles Campos (Guadalajara, México, 1916-2020) es una tarea complicada. Son 103 años de camino recorrido con una entrega absoluta al futbol.

Tanto se ha escrito y dicho de Trelles como técnico y persona, que lo que se diga ya se conocía, porque la historia de un personaje de tales dimensiones ya era del dominio popular. Pero nunca está de más repasar al hombre, al técnico, a la leyenda.

Porque así como era un apasionado por el futbol, detrás del personaje había un ser humano como todos nosotros, y que cuyo lugar preferido para vacacionar era Las Vegas, pero "no es por el juego, porque no juego ni a los dados, sino por los espectáculos que se pueden admirar".

Todo aquel seguidor del futbol mexicano, lo identificó con su cachucha y su bigote fino y delgado, pero sobre todo por el ingenio para responder a las preguntas, por su ADN ganador (16 títulos entre Liga, Copa, Campeón de Campeones, y Concacaf), y también por su estilo de artimañas para enfrentar las adversidades en la cancha, un concepto conocido en nuestro país como "colmilludo", e interpretados por otros como "tramposo".

Su imagen fue tan controversial que el popular comediante de la televisión, Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" lo proyectó en su película "El Chanfle", en la cual Ramón Valdés lo interpretó a la perfección como "Moncho" Reyes.

Sus discusiones con los árbitros se hicieron legendarias, y algunas quedaron en la memoria. Cuenta Guillermo Mendizábal, su capitán en Cruz Azul, que una vez un árbitro al expulsarlo le dijo: "Lo invitó a dejar la cancha", a lo que Trelles respondió: "Yo no acepto ese tipo de invitaciones".

O cuando encaró al juez central Domingo de la Mora, y le dijo luego de reanudar un partido entre Monterrey y Puebla: "Usted no tiene criterio, ni pantalones; es un inepto. Y conste que no estoy insultándolo".

Como jugador no destacó ni en el Campeonísimo Necaxa de la era amateur, ni mucho menos con América, Monterrey, y Atlante. A los 32 años de edad, una lesión en la rodilla le privó de seguir jugando. Fue ahí donde se gestó el genio de la estrategia, pero también el de las ocurrencias y que irían de manera paralela a sus éxitos a nivel de clubes con Zacatepec, Marte, Toluca, y Cruz Azul, entre otros.

En su primer experimento como técnico en el Zacatepec de la Segunda División en 1950, con tan sólo 34 años de edad ascendió al equipo a la Primera División. Al regresar con los Cañeros, hizo del...

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