Secreto medieval

AutorAlessandro Triacca

Fotos: Alessandro Triacca

Enviado

SOMMIÈRES, Francia.- En el mapa, Sommières figura como un puñado de calles que se intersectan conforme a un meticuloso trazado urbano; a pie, la ciudad parece más un laberinto de sinuosos y empinados callejones.

Adentrarse en esas angostísimas calles (donde a veces no hay espacio ni para estirar totalmente los brazos) es como visitar una época remota, cuando las ciudades se construían pensando en las personas y no en los automóviles.

Basta un breve paseo para que el viajero imagine cómo transcurría la vida en este antiguo feudo medieval, que sin embargo, resume también lo mejor de la cultura francesa contemporánea.

CALLE DE TENTACIÓN

De la muralla que circundaba la ciudad se conservan tan sólo dos antiguas puertas fortificadas. A través de una de ellas, la Puerta de Bourguet, se accede a la calle principal del centro histórico de Sommières: la Rue Antonin Paris.

Aquí se concentra buena parte de la actividad comercial, con locales variopintos que ocupan la planta baja de las casonas que se levantan en ambos lados de la acera.

Para transitar sin detenerse los 150 metros de largo que tiene la calle hay que hacer acopio de fuerza de voluntad, pues las pizzas del restaurante "La Bistoure", el sorprendente surtido de la frutería, o los deliciosos croissant y chocolatines de la panadería artesanal obligan a hacer alguna parada técnica.

Para el visitante que nunca ha estado antes en Sommières también resulta difícil transitar toda la calle sin dejarse tentar antes por alguno de los callejones que la intersectan: a mano izquierda, los empinados senderos invitan a ir cuesta arriba hasta el castillo medieval; a la derecha, los caminos llevan a la ribera del río Vidourle.

Finalmente, la calle desemboca en la Plaza Jean Jaurès, donde las mesas de los cafés y restaurantes esparcidas bajo los pórticos son también una fuerte tentación para sentarse a beber algo y pasar una tarde tranquila, especialmente cuando el caprichoso invierno concede un cielo despejado.

TRADICIÓN SEMANAL

Los sábados son días de fiesta en Sommières.

Desde muy temprano, cada semana la Plaza Des Docteurs Dax amanece convertida en un colorido mercado al aire libre, donde los lugareños se dan cita para surtirse de frutas, verduras, carnes y quesos. Terminada la compra, es momento de sentarse a almorzar en las mesas dispuestas bajo los arcos del puente romano.

Ningún visitante puede irse de Sommières sin antes degustar las deliciosas ostras que los...

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