Sergio Aguayo / El enclenque

AutorSergio Aguayo

Si trabajaron durante un año, ¿por qué presentaron un Plan Nacional de Paz y Seguridad tan enclenque e incompleto?

Reconozco los aspectos positivos del Plan. ¡Cómo menospreciar el ataque frontal a la desigualdad y a la corrupción, el énfasis en la dimensión empresarial y financiera, la atención a las víctimas, el control de prisiones y la legalización de algunas drogas!, entre otros buenos propósitos.

Desafortunadamente optaron por una presentación incomprensiblemente breve. En 20 láminas -al estilo Power Point- enunciaron las tesis centrales y adoptaron decisiones muy polémicas, pero ni las desarrollaron, ni las fundamentaron, ni establecieron asociaciones entre ellas, ni tampoco marcaron el orden de prioridades. Entregaron un folleto promocional, cuando dada la envergadura del proyecto, necesitamos conocer los planos arquitectónicos y la letra chiquita. Me dejó la impresión de ser un documento pergeñado a última hora, para sustituir un plan mucho mejor elaborado. Lógicamente, en las reacciones han prevalecido las críticas que, en algunos casos, podrían deberse a las insuficiencias del planteamiento.

También llama la atención que sólo dedicaran dos párrafos al factor externo, cuando la inseguridad también se alimenta de acontecimientos más allá de nuestras fronteras. Ignorarlo atenta contra la regla de oro de los análisis de riesgo: explicar las amenazas, dándoles el peso justo. Al optar por minimizar lo externo, se ignora la violencia en el Triángulo Norte centroamericano, que incide sobre nuestra seguridad, por ejemplo, con las caravanas.

Tampoco abordan la importancia de Estados Unidos en nuestra seguridad, pese a la enormidad de retos creados por esos tres mil kilómetros de frontera. Esa parte de la relación sigue asentada en un entendimiento informal alcanzado en 1927 por el embajador de Estados Unidos, Dwight W. Morrow, y el presidente Plutarco Elías Calles. La norma ha sido que, en asuntos de seguridad, los gobiernos pueden disentir en público, pero apoyándose en privado.

Ese entendimiento es caduco y ha sido rebasado por los acontecimientos. En lugar de reconocerlo, han optado por cerrar los ojos y el entendimiento. El gobierno de Enrique Peña Nieto simplemente sacó a la potencia de la ecuación y en la agenda de riesgos del Programa para la Seguridad Nacional 2014-2018, fueron borradas aquellas instituciones o políticas estadounidenses que amenazan nuestra seguridad.

Era imposible que en el Plan aquí comentado...

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