Sergio Aguayo / La Laguna

AutorSergio Aguayo

Hemos enfatizado las atrocidades y menospreciado la construcción de islotes de paz en diferentes ciudades mexicanas.

El 24 de septiembre, Alfonso Durazo -secretario de Seguridad y Protección Ciudadana- aseguró, ante el Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México, que La Laguna es el "mejor modelo de colaboración intermunicipal o de zona conurbada que hay en materia de seguridad en el país". A Durazo le faltó realzar la importancia de la participación ciudadana en la reducción de los delitos. Según el INEGI, en 2012 hubo 1,044 homicidios por 49 de 2018.

Desde 2018 coordino, con Jacobo Dayán, una investigación para entender lo acontecido en La Laguna. Aunque el informe completo será presentado hasta enero de 2020, adelanto algunos resultados, porque es necesario resaltar la centralidad de la participación social en la contención del delito.

El hallazgo más importante se dio cuando comparamos La Laguna con Ciudad Juárez y Monterrey entre 2007 y 2013; y con Chicago en los años veinte y Sicilia en los noventa. Encontramos un patrón bastante similar: cuando la violencia criminal (tolerada por gobernantes locales) rebasó ciertos límites, diversos grupos sociales se involucraron en el combate de la delincuencia. En La Laguna identificamos a seis: medios de comunicación independientes, organizaciones empresariales, colectivos de víctimas, organismos de la sociedad civil, iglesias y académicos.

Cada uno de ellos se involucró de forma diferenciada; todos siguieron una secuencia parecida. Primero se informaron sobre los criminales y el tipo de delitos cometidos; un paso indispensable para entender la magnitud del riesgo. Con los diagnósticos obtenidos, formularon propuestas y exigencias concretas a las autoridades, cuya respuesta estuvo influida por la visibilidad mediática de la violencia, la solidez y viabilidad de las peticiones y el perfil de los gobernantes. Es importante subrayar que la movilización social convirtió en tema nacional a La Laguna, mientras que el infierno de Piedras Negras fue minimizado.

Cuando se compara a los seis actores, el protagonismo lo tuvieron los medios de comunicación, las víctimas y los empresarios. Javier Garza, director editorial de El Siglo de Torreón, comenta que durante los años de más violencia, bajaron el perfil pero siguieron informando sobre ella. Silvia Ortiz, del Grupo Vida, nunca dejó de denunciar las atrocidades y de buscar a su hija...

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