Entrevista / Sergio Alejandro García de Alba Zepeda / Va Jalisco a la deriva

AutorPedro Mellado

Considera que en los últimos 12 años la economía de Jalisco ha retrocedido porque se ha perdido el impulso innovador, lo que tiene en condiciones precarias a las pequeñas y medianas empresas, que representan el 98 por ciento de las unidades productivas en nuestra entidad.

En esta realidad, advierte, los actuales adolescentes y jóvenes tienen muy pobres expectativas para los próximos 25 años.

Lamenta la falta de liderazgos capaces, honestos, auténticos, valientes, con vocación para construir un futuro diferente para el Estado y el País, que considere seriamente las megatendencias, orientadas hacia la biotecnología, la biomedicina, los farmacéuticos, la nanotecnología y la robótica.

Critica con severidad la voracidad de los funcionarios públicos, sus exagerados sueldos y la corrupción. Lo hace con conocimiento de causa pues fue Secretario de Promoción Económica durante el Gobierno de Alberto Cárdenas Jiménez en Jalisco (1995-2001) y Secretario de Economía en la Administración federal de Vicente Fox Quesada (2000-2006).

Juzga que el único Gobierno panista que le cumplió a los jaliscienses fue el de Alberto Cárdenas y que el de Emilio González Márquez fue un verdadero escándalo.

Sergio Alejandro García de Alba Zepeda nació en Guadalajara el 7 de octubre de 1955. Hijo de David García de Alba García de Alba (de Tecolotlán) y de Graciela Zepeda Gómez (de El Grullo), está casado con Eva García de la Cueva, con quien tiene tres hijos: Sergio, Alejandro y Eva María.

Tiene 11 hermanos: María Concepción, David, José María, Miguel, María Guadalupe, Margarita, Agustín, Francisco Javier, Carlos Eugenio, María del Pilar y Juan Paulo.

Contador Público por el ITESO, generación 1974-1978, tiene una maestría en Alta Dirección de Empresas por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE).

EMPRESARIO

¿Alguna vez imaginó que iba a trabajar en el sector público?

Desde niño, como mi padre era empresario, siempre pensé que iba a ser empresario. Mi padre tenía una fábrica de velas y veladoras, en una época en que ese producto se vendía mucho, porque en el País no todos tenían electricidad. Se vendían tanto para alumbrar como por motivos religiosos. Tenía también camiones foráneos de pasajeros, tanto del Norte de Sonora como de Transportes del Pacífico. Desde niños le ayudamos a nuestro padre en sus negocios. Yo llegué a ser obrero y cargador, en la fábrica, y cobrador en algunas rutas camioneras en la época de vacaciones.

El haber estado en escuelas de jesuitas me hizo sensible a los problemas sociales. Hice mi servicio social en Lomas de Polanco, durante dos años. Daba asesoría...

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