Sergio Elías Gutiérrez / Partidos vs. caudillos

AutorSergio Elías Gutiérrez

Después de dos meses de precampaña tendremos 45 días sin spots, ni mensajes intrascendentes de los partidos políticos. ¿No se dan cuenta cómo los rechaza la gente?

Hasta ahora, las expectativas sobre el resultado siguen igual que al inicio. A la cabeza va Andrés Manuel López Obrador casi sin moverse en el porcentaje del arranque.

En el segundo lugar, las encuestas ubican a Ricardo Anaya. Atrás viene empujando José Antonio Meade, quien empezó esta carrera virtualmente de cero.

A estas opciones se sumarán en la campaña cuando menos tres candidatos sin partido: Margarita Zavala, Armado Ríos Piter y Jaime Rodríguez Calderón.

Además, están en juego nueve Gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la CDMX, la totalidad del Senado y de la Cámara de Diputados. Será, pues, la elección más numerosa de la historia del País.

La nota principal del proceso es el desprecio de los ciudadanos hacia los partidos. Todos los sondeos de opinión los ubican en los últimos lugares en la confianza de la ciudadanía.

Contribuyen a este fenómeno los políticos que mucho abonan a este desprestigio. Esa percepción no toma en cuenta que los países democráticos lo son a partir de la existencia de partidos políticos.

En su clásico "Los Partidos Políticos", Maurice Duverger sostiene que los partidos nacen a partir del otorgamiento del derecho de voto universal.

Los partidos agrupan a la ciudadanía en torno a ideales comunes. Señala Duverger que al nacimiento de los parlamentos siguió el de comités electorales y de ahí los partidos. Ubica en Estados Unidos, a mediados del siglo 19, el primer sistema de partidos en el sentido moderno.

En México no tuvimos un sistema de partidos en todo el siglo 19. Tampoco en el 20. La Revolución nos llevó a un sistema de poder personalizado en los caudillos y de ahí a la creación del Partido Nacional Revolucionario, antecedente del PRI, para canalizar la transmisión del poder por la vía pacífica y repartirlo entre los grupos revolucionarios, pero no era un verdadero partido.

El PRI nació de la fusión de miles de pequeños grupos nacidos en torno a caudillos regionales. Su creación monopolizó el espacio político por décadas.

Entre 1946 y...

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