Seúl donde reina la delicadeza

AutorJessica Castañeda

Enviada

SEÚL, Corea del Sur.- Aquí siempre hay fiesta. Ya sea en un parque público, donde toca una orquesta cualquier día de la semana; en un colorido templo budista, donde todos son bienvenidos, o hasta en una mesa estelarizada por platillos típicos, como el delicioso arroz bibimbap o el picante kim-chi. En cada rincón de la capital de Corea del Sur se recibe al visitante no sólo con los brazos, sino con la mente abierta.

Para integrarse al festejo, el idioma no representa ningún obstáculo: aquí la gente parece siempre dispuesta a descifrar lo que el viajero desea expresar con mímica y manoteos. Incluso en el metro habrá quien pregunte al despistado turista si necesita ayuda, un gesto que podría resultar raro en muchos países, pero que en Seúl es de lo más común.

El primer acercamiento a la cultura coreana se puede dar al abordar el vuelo de salida. Si la elección ha sido Korean Air, el pasajero recibirá una probadita de lo que experimentará una vez que aterrice: los suaves modales coreanos se potencian en la tripulación, siempre amable.

Una vez con los pies en el sur de la península, hay que decidir a dónde apuntarán los ojos. En medio del ajetreo de Seúl, donde viven casi 11 millones de personas, se encuentran lo mismo rascacielos rebosantes de tecnología que templos tradicionales budistas; calles donde se...

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