Siembra y Cosecha / Acuerdo Nacional para el Campo

AutorFernando Mayorga Castañeda

Hace poco más de un año, varias organizaciones de productores, algunas veteranas otras noveles, se movilizaron para presionar fuertemente al gobierno federal.

En particular sobre dos tópicos que, a su juicio, estaban matando al campo: el efecto del TLCAN y el del "Farm Bill " estadounidense de 2002, en la economía rural de nuestro país.

Las razones profundas de dicha presión contra el ejecutivo, solicitando inclusive la remoción de Javier Usabiaga de SAGARPA, pudieron tener en su momento hasta las de tipo electoral toda vez que 2003 fue año político.

Ya que no fue sólo la preocupación por la situación de sus representados lo que motivó a dichas organizaciones a las movilizaciones mencionadas, también hay que poner en ese contexto la pérdida de canonjías que han ido sufriendo con la llegada del PAN al poder y de Usabiaga a dicha dependencia.

Basta recordar, que durante gran parte del periodo post-revolucionario se recurría al voto rural como una estrategia para inclinar la balanza en las urnas a favor del PRI con las consiguientes recompensas a los líderes agrarios.

Lo perverso es que ahora reclaman políticas eficaces para el campo, cuando bajo su larga tutela se desmanteló toda la estructura productiva en aras de una justicia social tergiversada, que no solo propició perpetuar la pobreza, sino también la dependencia en materia alimentaria y económica de los EU.

Dejémoslo en lo anecdótico, lo valioso es que como resultado de los encuentros entre organizaciones y gobierno propiciados por las movilizaciones y ataques, surgió el Acuerdo Nacional para el Campo (ANC) allá en abril del 2003.

Documento que es poseedor de muchas esperanzas que habrá que terminar de concretar por medio de seguimiento y para ello, precisamente, se formó en días pasados una comisión que se encargará de tal tarea en la Cámara de Diputados.

Por otro lado, resulta útil revisar un comunicado conjunto de la Sagarpa y la Secom fechado el 5 de abril pasado, que da cuenta de dos acuerdos derivados del ANC, numerados con el 47 y 49 respectivamente.

Donde se instruyó al ejecutivo a realizar dos estudios en concordancia con las preocupaciones de las organizaciones, uno llamado: "Evaluación integral de los impactos e instrumentación del Capítulo Agropecuario del TLCAN" y otro: "Análisis de los impactos de la Ley de Seguridad Agropecuaria e Inversión Rural 2002 de los Estados Unidos" mejor conocida como "Farm Bill".

Sorpresa, en el primer caso, los resultados no muestran una...

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