Siembran narcos terror

MURAL / Staff

MÉXICO.- El 1 de junio fue el más reciente atentado contra el Gobierno en el llamado "triángulo dorado": el Alcalde panista de Ocampo, Durango, Luis Carlos Ramírez López, fue ejecutado por un grupo armado y hasta a la fecha nadie quiere ocupar el cargo.

Cuatro meses antes, el 7 de febrero, también fue muerto a manos del crimen organizado el priista Claudio Reyes Núñez, Presidente Municipal de Otáez, en el mismo Estado.

Ambos municipios tienen el mismo común denominador: forman parte del "triángulo dorado", donde convergen los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango.

En esta zona la huella del narco está impresa por toda la región y las palabras "violencia" y "pobreza" son inseparables.

Allí, en pleno corazón del "triángulo dorado", el pasado 17 de abril el Arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, se atrevió a decir que el capo Joaquín "El Chapo" Guzmán vivía adelante de Guanaceví.

En esa misma zona también los pobladores cavan fosas de estilo medieval para tratar de defenderse del narco, los comandos armados levantan a jornaleros para obligarlos a cosechar y cortar mariguana, comunidades mormonas han vivido plagios, grupos de sicarios irrumpen en fiestas y matan a niños, violan, queman casas y ejecutan a sus adversarios y a civiles.

La lucha por el control de la zona cobró la vida en el 2008 de 2 mil 610 personas: mil 652 en Chihuahua, 686 en Sinaloa y 272 en Durango. En lo que va del año ha cobrado la vida de mil 156 personas: 681 en Chihuahua, 208 en Sinaloa y 267 en Durango, de acuerdo con un recuento de Grupo Reforma.

Cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional señalan que en 2008, hasta el 30 de mayo, se destruyeron 34 mil 804 plantíos de mariguana, 24 mil 137 plantíos de amapola y se logró capturar a 452 personas.

Muestras de poder y terror

La violencia generada por los cárteles de la droga ha abierto en el "triángulo dorado" un nuevo frente en su lucha por el control de los narcocultivos y las rutas de trasiego, extendiendo sus batallas a municipios pacíficos de los tres estados norteños.

En Durango la violencia del triángulo se ha extendido a San Bernardo, El Oro, Ocampo y Cuencamé; por el lado de Chihuahua a Namiquipa, Madera, Guerrero, Galeana, Nuevo Casas Grandes, Villa Ahumada y Guadalupe Distrito Bravos, y por la parte de Sinaloa a los municipios de Angostura, el Valle de Culiacán, Elota y Choix.

En su guerra por el control de la zona, a los cárteles ya no les importa que muera gente inocente. Uno de los...

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