Siempre querrás volver Sayulita
| Autor | Analine Cedillo |
Fotos: Carlos Figueroa
Enviados
SAYULITA, Riviera Nayarit.- Además de ser fuereños, Nicolas, Baldomero y Jaqueline tienen en común su fascinación por este pueblo playero.
El sol y su ánimo desenfadado los conquistó a tal grado que dejaron sus ciudades para hacer de Sayulita su hogar.
Bañado por el Pacífico, el destino es bien conocido como epicentro de surfistas de todo el mundo.
Expertos y novatos por igual montan sus olas, muchos por primera vez gracias a las escuelas que pululan en la zona y ofrecen lecciones personalizadas.
Pero aquí el surf no lo es todo. Por su espíritu joven, lo mismo fiestero que relajado, en Sayulita coinciden viajeros en busca de experiencias auténticas: pláticas con la gente, recorridos con calma y compras donde la clave sean piezas originales llenas de acentos locales.
Una tienda que engloba todo lo anterior es Revolución del Sueño, comandada por Nicolas y Lea, un parisino y una mexicana que a través de playeras, bolsos, imanes, postales, o carteles proponen una fusión entre figuras nacionales como Zapata o Villa, con elementos contemporáneos.
"El surf es lo que me trajo a México, pero este año sólo he ido tres veces", cuenta Nicolas en su tienda, situada a un par de cuadras del centro de Sayulita.
Su sueño es siempre estar creando y aportando cosas nuevas, pero éste tiene un precio, asegura. Cada pieza de su colección, que se renueva cada noviembre, está limitada a 100 reproducciones.
En los percheros y repisas se ven estampados hispters de caudillos en bici, a un stormtrooper que parece envuelto en papel picado y diseños con máscaras de luchadores.
Alejado del centro, Baldomero repara una de las bicicletas que renta a los viajeros para pasear por el pueblo, donde la gente también se traslada en carritos de golf.
La necesidad de respirar los encantos de esta parte de Riviera Nayarit lo motivaron a mudarse hace un año.
"No por nada viene el presidente de vacaciones", dice Baldomero.
En su negocio, Sayubicla, se pueden alquilar bicis individuales, tándem y una que tiene su invento más reciente: un compartimento térmico para llevar el lunch a la playa.
Como Nicolas y Baldomero, Jaqueline, se dejó seducir por el clima del lugar y hace ocho años cambió la lluvia de Oregon por las jornadas de sol.
"Vivo cerca de la playa, me encanta", dice mientras organiza algunas piezas detrás del mostrador de la Galería Gypsy, popular por sus recuerditos mexicanos.
Con algunas variantes, la historia se repite desde hace décadas...
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