Jesús Silva-Herzog Márquez / Paramilitarización

AutorJesús Silva-Herzog Márquez

Se les llama aprobatoriamente "autodefensas". Son paramilitares. Grupos armados que se encuentran fuera de la estructura estatal que, sin embargo, son tolerados por el Estado mexicano. Organizaciones que se han constituido al margen de la ley para ejercer funciones que corresponden únicamente al Estado. Funciones que son tan esenciales como indelegables.

La dramática situación en Michoacán hace ver a estos paramilitares como una salida a la crisis de seguridad. La única viable, la única posible. La seducción paramilitar puede ser una tentación comprensible en la desesperación de una guerra pero, como política, es demencial. Es cierto que, ante la ausencia del Estado, ante la inacción y la complicidad de los gobiernos, la única salida parece ser el heroísmo. Armarse y enfrentar directamente a los criminales. Si el castigo no viene del Estado, imponerlo directamente.

Entendible como reflejo colectivo, comprensible como consecuencia del drama humanitario que vivimos, la salida paramilitar es suicida como política de Estado. No puede el Estado mexicano -si es que le interesa seguirlo siendo, si es que busca realmente la pacificación- aprobar la existencia de organizaciones que pretenden hacer justicia por propia mano. Lo que en el corto plazo parece ayudar a debilitar a los grupos delincuenciales más crueles, en el mediano plazo es lo contrario: perpetuación de la ilegalidad, del crimen, ensanchamiento de la vulnerabilidad. La experiencia internacional es contundente: la paramilitarización no soluciona nada: es la perpetuación de la violencia, su mayor aliciente. Pero el Gobierno federal parece tan confundido, tan desesperado, que ha llegado a considerar que el paramilitarismo puede colaborar con la pacificación del País.

A un año de asumir el poder, el Gobierno de Enrique Peña Nieto no sabe aún qué hacer para encarar la crisis michoacana. No hay siquiera una estrategia. El propio comisionado nacional de Seguridad reconoce que el problema es tan complejo que no sabe aún cómo enfrentarlo. En relación con el paramilitarismo, el comisionado no defiende una posición clara del Gobierno mexicano porque no existe. En entrevista con José Cárdenas, Manuel Mondragón revelaba la confusión gubernamental. En los grupos de autodefensas, decía, "tenemos de todo: muy autóctonas de la ciudadanía, tenemos autodefensas que son rechazadas por la ciudadanía y las comunidades; hay autodefensas que en un momento dado pudieran estarse identificando con...

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