SOBREAVISO / 45 días y un sexenio

AutorRené Delgado

Antes, la mejor política exterior era la interior; ahora, la mejor política interior es la exterior.

El comprensible afán de atender las amenazas de Donald Trump y su reclamo de frenar la migración hacia Estados Unidos, invirtió los términos del postulado lopezobradorista.

Sólo así se explica el descuadramiento de la administración y la conversión de Marcelo Ebrard en secretario del Interior y el Exterior, el primer-primer ministro. Non destacado entre pares aplanados o aplastados, que sólo requiere de obediencia y disciplina de los colaboradores, puestos a su disposición.

Ese giro plantea dudas sobre el posterior efecto colateral y la ausencia de una estrategia de un alcance mayor a cuarenta y cinco días.

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Primera duda: ¿qué necesidad de deformar la Guardia Nacional?

Más de una vez se reiteró: la nueva fuerza de seguridad entraría en funciones el 30 de junio con cincuenta y tres mil elementos, al transferirse estos de las policías militar, naval y federal a la Guardia.

Ahora, sin embargo, seis mil de sus supuestos integrantes (11.3%) están llamados a contener el flujo migratorio hacia Estados Unidos, operando en la frontera sur del país. La Guardia destinada a detener criminales, arranca deteniendo migrantes. ¿Qué necesidad de deformar su función en su estreno extraoficial?

Si Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos y Veracruz eran las entidades a las cuales la Guardia daría prioridad en su inicio, estableciendo 150 coordinaciones territoriales, ¿cómo queda el estado de fuerza con la disminución de efectivos enviados al sureste?

Hay, por lo demás, un hecho ineludible: colocar un brazalete a los soldados no disfraza el carácter militar de la operación en el Suchiate. Si irritaba que Estados Unidos militarizara la frontera en El Bravo, México lo evitó militarizando la frontera sur con tal de saciar al socio amenazante.

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Segunda duda: ¿por qué se ignoró a la flamante Secretaría de Seguridad?

Suponiendo sin conceder que son elementos de la Guardia Nacional quienes contendrán el flujo migratorio, ¿por qué la ausencia del secretario de Seguridad y del comandante de la Guardia, Alfonso Durazo y Luis Rodríguez Bucio, en las reuniones habidas aquí y en Estados Unidos en relación con el compromiso adquirido?

Si, en efecto, la Guardia es la responsable de la operación, asombra que ni el comandante de ella ni el secretario del ramo hayan sido considerados. En su lugar apareció el general Vicente...

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