SOBREAVISO / Perlas negras

AutorRené Delgado

Llegar a donde se quiere ir obliga a checar una y otra vez si se avanza sin desvíos en la dirección correcta, sobre todo, cuando nunca se ha recorrido ese camino. Sin verificar la ruta, perderse no es inusual y, en ocasiones, conduce a lugares donde ni por asomo se desea estar.

Alcanzar un sitio exige dominar y conjugar múltiples factores, considerando incluso variables ajenas y fuera de control. De ahí, la importancia de los mapas, los protocolos y los itinerarios, en suma, de la hoja de ruta.

En política, los caminos son aún más complejos y sinuosos. Gobernar es un constante calibrar posibilidades, comprobar recursos, ponderar acciones, reconocer compromisos, resolver imprevistos y, sobre todo, asegurar la administración de aquello que, sin formar parte del plan, es menester atender porque, el descuido, puede complicar o descarrilar el proyecto.

En estos días, varios sucesos exhibieron falta de dominio sobre múltiples factores y, en esa tesitura, colocaron en apuros, problemas o contradicciones al gobierno.

· · ·

La mala calidad del aire no fue resultado sólo del poder de la naturaleza, también de la naturaleza del poder. De acciones y de medidas mal calculadas y conjugadas, así como de falta de coordinación.

No hay novedad, durante el estiaje, los incendios forestales están en el orden del día y, luego -al menos en la zona metropolitana del Valle de México-, la elevación del nivel de ozono. Sabido esto, la previsión y la reacción de los gobiernos federal y local ante la contingencia dejaron mucho que desear... tanto que ni la lluvia diluyó el problema.

En este campo, no cabe el asombro. No sólo porque el presidente de la República gobernó la Ciudad, sino también porque, en ese entonces, la hoy jefa de Gobierno fue responsable del medio ambiente. Ambos conocen la materia y no pueden achacar al pasado la irresponsabilidad porque, qué cosa, de aquel pasado también formaron parte.

Desde el poder, uno y otro gobierno tomaron medidas relativas al ambiente sin evaluar su efecto. El gobierno federal recortó recursos a la Conafor, transfirió atribuciones de esa comisión a Protección Civil, misma que trasladó de Gobernación a Seguridad y, por si fuera poco, dejó acéfala la Comisión Ambiental de la Megalópolis. A su vez, el gobierno capitalino relajó la verificación vehicular y replanteó los límites de velocidad en la Ciudad. Y, ambos, olvidaron coordinar su actuación. Resultado: una contingencia extraordinaria, mezcla de altos índices de ozono y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR