Sorprende Juan Pablo II
| Autor | Esteban Israel |
MURAL/Italia
CIUDAD DEL VATICANO.- Juan Pablo II, al que hace exactamente un año muchos daban por desahuciado, celebra hoy 26 años de Pontificado marcando la pauta a mil millones de católicos. Debilitado por el Parkinson y la artrosis, el Papa convirtió su fragilidad en ejemplo de fe.
"Como él mismo dice: la Iglesia no se gobierna con los pies, sino con la cabeza. Sus limitaciones físicas son obvias, pero su agilidad mental es extraordinaria", dijo el Embajador de México ante la Santa Sede, Javier Moctezuma Barragán.
Fue un año de sorpresas. Juan Pablo II volvió a viajar, publicó un libro, fue de vacaciones a los Alpes y continúo abarrotando el cielo de santos y beatos.
Además dio un tirón de orejas al Presidente estadounidense George W. Bush, el hombre más poderoso del mundo, por la guerra en Iraq.
"El Papa se presentó al mundo como el verdadero y más grande líder de la paz, un hombre que comprendió y demostró al mundo que la guerra era inútil y éticamente ilegítima", afirmó Orazio Petrosillo, vaticanista del diario italiano Il Messaggero.
Juan Pablo II tendió también una mano conciliatoria a la Iglesia ortodoxa rusa con la esperanza de superar mil años de desconfianza, el desafío que algunos consideran la única asignatura pendiente de su Pontificado.
Sin embargo, el hermetismo que rodea su salud continúa alimentado rumores y sus palabras son siempre leídas entre líneas. Sucedió en agosto cuando al visitar al santuario francés de Lourdes dijo "He llegado al final de mi peregrinaje" y muchos lo interpretaron como una metáfora sobre su vida.
Expectativas
El anuncio en julio de que el Papa no visitaría México para el Congreso Eucarístico Internacional de Guadalajara frustró las expectativas de millones de fieles.
"Pero México siempre tuvo muy claro que la prioridad es su salud. Precisamente por el respeto, la admiración y el cariño que se le tiene a Juan Pablo II hubo una gran compresión", dijo el Embajador Moctezuma Barragán.
La cancelación del viaje a México confirmó además que a los 84 años el Papa ya no está para viajes transatlánticos.
Juan Pablo II no lo esconde y verlo moverse en una silla de ruedas -algo que parecía impensable- se ha convertido en un ritual cotidiano.
"Obviamente de la vejez y las enfermedades que padece el Papa no se mejora, pero respecto a la situación de hace un año atrás está mucho mejor. En octubre del año pasado se temía que pudiera morir en cuestión de meses", dijo Petrosillo del diario Il Messaggero.
Récords
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