Nombres, Nombres y ... Nombres/ 'Stand still' para San Luis suspensiones, avances y tiempos para la gestión con bancos

AutorAlberto Aguilar

HACE UNOS DIAS le dábamos cuenta del estatus que guarda la negociación entre San Luis Corporación y sus acreedores, proceso que arrancó en septiembre, cuando dicha firma comandada por Antonio Madero Bracho decidió incumplir con el pago de vencimientos de un papel comercial por unos 80 millones de dólares, y de esta forma dar pie a una reestructura de toda su deuda.

Aunque ya de antemano se puede adelantar que ésta no será una negociación sencilla, se optó por trabajar primero en la reestructura de la deuda encajada en sus tres operadoras, que es de donde finalmente se generan los flujos y después, ya en un segundo paso iniciar otra negociación tendiente a hacer lo propio para la controladora.

No se descarta tener ya los primeros acuerdos en el primertrimestre del año, y luego arrancar con las gestiones en la controladora, entidad con el mayor pasivo. Hablamos de 280 millones de dólares, integrados por inversionistas diversos, tenedores de papel comercial y eurobonos.

La reestructura más complicada de las operadoras es la de Rassini Suspensiones, ya que implica un pasivo de 200 millones de dólares. Instituciones como Banamex-Citibank que lleva Manuel Medina Mora, JP Morgan-Chase representada aquí por Eduardo Cepeda, así como Deutsche, HSBC y el Comerica, banco arraigado en Detroit, acaban de ratificar un "stand still" para dar espacio a las gestiones que se realizan en NY. Son 15 los bancos que deberán llegar a un acuerdo.

En Rassini Frenos el monto a discutir son 40 millones de dólares con la presencia de cuatro bancos. Hay avances, pero aún se está en proceso, al igual que en Luismin Minas con otros 20 millones de dólares y tres acreedores involucrados.

La idea de esta compañía en todos los casos es flexibilizar los fechas de pago en función de los flujos que hoy se tienen. No se descarta realizar algunas desiversiones para cancelar un tramo de los adeudos, aunque no hay aún nada definitivo.

San Luis depende en un 90 por ciento de los ingresos del negocio de autopartes que arrancó en 1989. Las minas que llegaron a significar entonces la mitad del flujo ya sólo aportan un 10 por ciento.

La reestructura implica unos 540 ó 550 millones de dólares, pasivos que se amarraron en función del acelerado crecimiento que había mostrado la industria automotriz hasta finales del 2000. Tan sólo el rubro de autopartes tuvo crecimientos compuestos del 22 por ciento desde 1994, lo que súbitamente se detuvo por la caída de la economía en Estados Unidos. Aún...

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