Suben la temperatura del televisor
| Autor | Lorena Corpus |
En su afán de dar más realismo a las telenovelas actuales, las historias de amor que actualmente se transmiten han optado por agregar escenas candentes.
Los melodramas hasta hace unos años sólo proyectaban la espalda o pierna de los actores, incluso a una pareja enredada entre las sábanas.
Sin embargo, en las últimas dos semanas, el erotismo ha sido una constante en tres producciones de El Canal de las Estrellas, como Mentir para Vivir, La Mujer del Vendaval y La Tempestad.
Cuidan escenas
El pasado domingo durante el capítulo final de La Mujer del Vendaval, la audiencia vio la ardiente entrega entre Marcela y Alessandro, realizada en una cabaña, en Chiapas.
"Esas escenas las propuse yo. Lo que pasa es que me gustaron mucho las entradas de la telenovela Te Sigo Amando; era un semidesnudo en color sepia, y se lo comenté a Ron.
"Como él dijo que sí, luego hablamos con Mapat (productora) y también con Marco Vinicio (coproductor)", declaró Ariadne Díaz, protagonista de la novela.
Los productores le dijeron a la pareja que si ellos se sentían a gusto podrían realizar dicha escena, la cual dejó muy contentos a los actores con el resultado.
"Para hacer estas escenas, se salió todo mundo y se quedó nada más Marco (Vinicio), el camarógrafo y nosotros.
"Las grabamos a sabiendas de que igual y el horario no lo permitía, pero fueron bien cuidadas y artísticas y sí se pudieron transmitir", aseguró la actriz.
Para Mauricio Rodríguez, director del melodrama, este final diferente a los que se ven siempre fue un regalo para la audiencia.
"Fue un regalo (para el público), pero además, el formato de la historia era muy distinto. El final tenía que ser una muy buena reconciliación, una buena escena de amor", afirmó Rodríguez.
Experimentan pasión
La pasión también llegó a La Tempestad, aunque la entrega de amor entre Marina (Ximena Navarrete) y el Capitán Fabré (William Levy) fue mucho más discreta y se realizó en una cueva de Xalapa, Veracruz.
"Son escenas difíciles porque hay que preparar el encuentro. Era la primera vez que hacían el amor, entonces, son difíciles e incómodas para ellos, aunque al final sólo se queda la gente que tiene que estar en el lugar.
"Ximena, por ejemplo, se tuvo que quedar en ropa interior y William se quedó sin camisa, es algo incómodo para ellos, pero son escenas que se cuidan mucho y se hacen con mucho respeto", explicó Aarón Gutiérrez, productor asociado.
Este romántico encuentro se trabajó durante cinco horas en una cueva...
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