Sufre metamorfosis

AutorLuis Alberto Aguirre

Durante los seis años que Michael Vick jugó en Atlanta, era un hombre temido más por lo que podía hacer con sus piernas que con su brazo pasador.

Luego de una inactividad de más de dos años en los emparrillados y tras 18 meses en prisión, pocos pensaban que Vick recuperaría su antigua forma, pero éste, ayudado por el destino, calló bocas de inmediato mostrándose como un quarterback mucho más completo.

Vick estaba destinado a pasar la temporada como suplente de Kevin Kolb, sin embargo, en el primer juego de la campaña, éste salió con una conmoción y Vick tomó el control de la ofensiva, el cual ya no perdió pese a sufrir una lesión en las costillas y no ver acción en dos partidos.

La metamorfosis de Vick fue total y no sólo convirtió a las Águilas...

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