Surgen de los escombros

AutorAlejandra Atilano

Las explosiones del 22 de Abril de 1992 marcaron para siempre la vida de Lilia Ruiz Chávez, no sólo porque el accidente le provocó la amputación de una de sus piernas, sino que su propia desgracia y la de los demás afectados, le dio fuerza y voluntad para iniciar una lucha con muchas batallas aún pendientes.

Para muchos la presidenta de la asociación civil Abril en Guadalajara ha sido un dolor de cabeza continuo, sobre todo para las autoridades, otros la han acusado de sacar provecho de las explosiones, de tener intereses partidistas y de exigir demasiado, pero lo cierto es que su trabajo y los logros que ha obtenido para ella y para los demás durante más de 9 años, hablan por sí solos.

Después de perder su pierna, la vida de Lilia se convirtió en un ir y venir a los hospitales, debido a que se les practicaron 19 operaciones, eso sumado a su depresión por la amputación que había sufrido la mantuvo alejada durante un año aproximadamente de todos los conflictos relacionados con las explosiones.

Fue hasta 1993 cuando la invitan a que forme parte de la asociación Abril en Guadalajara, invitación que aceptó sin dudar cuando escuchó las historias de otras personas que lo habían perdido todo por las explosiones y se dio cuenta de que su desgracia era pequeña comparada con la de los otros.

"Ellos lo habían perdido todo, hasta las fotografías que uno les tiene tanto cariño y que nunca iban a poder recuperarlas, sus documentos, sus muebles ya no eran los mismos, les habían dado menaje de casas, a algunos les habían otorgado un departamento, pero ya no era su casa, ya no era su barrio, ya no eran sus cosas", manifestó Ruiz Chávez.

"Entonces ellos lo habían perdido todo a diferencia de mi caso".

La asociación tenía sólo seis integrantes, por ello una de sus primeras acciones fue salir a las calles a pegar letreros informando sobre la existencia de Abril en Guadalajara.

"Empecé con mi carro a llevar carteles, a pegar, estaban hechos a mano y los llevaba a los mercados, iglesias, escuelas, en los lugares más concurridos para invitar a la gente, el cártel solo decía 'si fuiste lesionado por las explosiones del 22 de Abril comunícate con Lilia Ruiz a este teléfono', ahí empezó todo", platicó.

Poco a poco comenzaron a llegar casos más graves de personas afectadas por las explosiones que provocaron que Lilia olvidara por completo sus problemas físicos y económicos.

Protestas, plantones y peticiones

Una vez conformada la asociación con un mayor número de...

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