Tecnología para alcanzar lo inalcanzable
| Autor | Erika Domínguez |
A lo largo de la historia de la humanidad la tecnología no sólo nos ha permitido soñar sino que nos lleva a alcanzar aquello que parecía irrealizable. La velocidad con la que se incorporan nuevas herramientas hoy hace que se vuelva complejo pensar en el mundo en que crecieron nuestros padres: uno menos conectado, sin la posibilidad de tener inmediatez de información, uno en donde la Inteligencia Artificial, la robótica o los algoritmos pertenecían a las historias en pantalla y no a la vida real.
En su ponencia "Visions, values, technologies and schools", Jim Dator, Director del Centro de Investigación para Estudios del Futuro de Hawaii, asegura que las nuevas tecnologías tienen la ventaja de ampliar nuestros márgenes de acción y conocimiento, rompiendo límites que no hubiéramos podido cruzar sin su ayuda.
Así como los automóviles nos permitieron viajar más lejos en menos tiempo y el teléfono potenció nuestra voz, la Inteligencia Artificial nos permite identificar patrones y tendencias de comportamiento que difícilmente podrían detectarse humanamente.
La tecnología ha cambiado la forma en que nos relacionamos con el entorno: las distancias se sienten más cortas y todo es inmediato. Un ejemplo de ello es que podemos tener un mismo equipo de trabajo en distintas localidades, con horarios diversos actualizando avances en tiempo real.
Entre una generación y otra ha cambiado incluso la forma de comunicarnos en el día a día: la conversación sucede, pero muy probablemente sea en video, en texto, en bits de audio o transmisión en vivo.
El beneficio se multiplica cuando lo pensamos desde la perspectiva de la transformación de las organizaciones públicas y privadas, beneficiando al usuario final con los servicios que ofrecen. La tecnología nos impulsa a evolucionar, a ser más transparentes, más eficientes y sobre todo a simplificar la vida de las personas y todo lo que ellos aman.
La posibilidad de lograr tener una identificación como un acta de nacimiento sin necesidad de desplazarse a la oficina donde la expiden parecía increíble hace algunos años. Y quizá, en pocos años adelante, nos parecerá increíble tener contratos o pólizas de seguros físicos, cuando los podemos tener en blockchain.
Ningún escenario apunta a un menor uso de la tecnología, todo lo contrario: avanza en profundizar, sintonizar y aprovechar las enormes cantidades de información que emitimos, lo cual abre nuevos retos y también, la necesidad de atenderlos de maneras cada vez más...
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