Cuando tener 100 años no será noticia

AutorIvonne Melgar

Los Rosales Martínez tomaron la comunión por Internet, platicaron a través de la pantalla con sus hermanos que radican en Los Angeles, hicieron por la misma vía las compras del supermercado y salieron en búsqueda de un poco de aire.

cDifícilmente podría decirse que conforman una familia tradicional, porque ahora en México no hay más una sola forma de serlo, pero sin duda entre los 42 millones de hogares existen muchos como éste donde cohabitan cuatro generaciones e hijos de tres parejas diferentes.

En el parque, poblado mayoritariamente por abuelos más que por niños de triciclo, ellos no son la excepción:la andadera ortopédica de la bisabuela Rosales comparte cancha con las sillas de ruedas y los bastones que portan los ciudadanos de la tercera edad, que en este iniciado año 2020 ya sobrepasan los 10 millones.

Ella tiene 83 años e ilustra el promedio actual de esperanza de vida para las mexicanas; sufre de osteoporosis, un padecimiento común entre las de su género y generación, y aunque siempre fue apática en materia política, ahora es la principal activista de la casa de su nieto.

La negativa del Seguro Social a incorporar en su cuadro básico de medicamentos el tratamiento que requieren por lo menos un millón de pacientes de ese mal crónico y degenerativo, convirtió a la jubilada Rosales en pionera de la lucha de los ancianos por una atención médica integral.

Quiere vivir más y mejor, y en realidad su lema es la consigna de moda para una sociedad donde la edad promedio de sus habitantes es de 40 años y llegar a los cien ya no es noticia.

Según el último censo, por lo menos 21 mil mexicanos cuentan con una centuria de vida y eso sí es noticia, cuando los datos demográficos se comparan con lo que sucedía en el arranque del milenio, en que esa cifra era tres veces menor.

El abuelo Martínez, de 66 años, se ha contagiado de ese ímpetu y aunque no tiene una institución a la cual reclamarle, porque él siempre fue un empleado de sí mismo, un trabajador informal según el léxico económico, su problema dejó de ser un asunto privado.

Padece diabetes, la principal causa de muerte en el país, y la enfermedad crónico-degenerativa con la que sobreviven uno de cada cien mexicanos, de un total de 122 millones.

Peor aún, este hombre que siempre se dedicó al comercio en pequeño, carece de asistencia social y por lo tanto de pensión y servicio médico. Pero en esto tampoco su caso es aislado:la informalidad, el autoempleo, las redes de mercado familiar y la...

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